La alergia a los ácaros afecta al 80% de los niños en la costa
25/05/2015
Entre el 70 y el 80% de los niños que residen en zonas costeras sufre alergia a los ácaros, unos microorganismos que proliferan cuando la temperatura es de unos 21 ºC y la humedad del 70%, unas condiciones ambientales que se suelen dar junto a la costa en primavera y otoño en comunidades como Cataluña o Canarias, como ha explicado la Dra. Ana María Plaza, presidenta de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), en el marco de su XXXIX Congreso, celebrado en Alicante.
El clima de la costa es favorable para los ácaros, que habitan en el interior de los hogares, en lugares alejados de la luz solar, por lo que los niños se encuentran expuestos a ellos a diario y esto, según la Dra. Plaza, les provoca una inflamación de los bronquios que les vuelve más sensibles a otro tipo de alergias o infecciones que pueden causar síntomas más agudos. Además, en el caso de que respiren gran cantidad de ácaros de una vez pueden sufrir un ataque agudo de asma o rinoconjuntivitis.
Es necesario que el diagnóstico sea preciso para prescribir inmunoterapia específica frente a las especies de ácaros a las que el niño tenga alergia
Para diagnosticar la alergia a los ácaros se realizan test in vivo e in vitro. Si el paciente da positivo, el tratamiento se basa en evitar los alérgenos procedentes del polvo, siguiendo para ello una serie de pautas de limpieza como utilizar aspirador con filtro de agua y fregona para eliminar el polvo de forma eficaz, y que en la casa –especialmente en la habitación del niño– no haya demasiados objetos, y que estos sean fáciles de limpiar.
Lo ideal es que las estancias sean luminosas y bien ventiladas, y que en la casa no haya alfombras ni moquetas. Tampoco se deben utilizar humidificadores en el dormitorio del menor, y hay que sustituir los muñecos de peluche por otros de plástico que se puedan lavar con agua.
Hay diferentes tipos de ácaros, por lo que el diagnóstico debe ser preciso para que se pueda también prescribir inmunoterapia específica frente a las especies a las que el niño tenga alergia. Y es que dependiendo de las características del afectado y del tipo de alergia, el especialista puede considerar indicado el tratamiento con una vacuna, que puede reducir los síntomas en un plazo de entre cuatro meses y un año.
Fuente: Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP)
Actualizado: 29 de agosto de 2017