Cambios en el sudor nocturno alertan de la gravedad de la apnea del sueño

Descubren que los cambios en el metabolismo del sudor que experimentan los pacientes con apnea del sueño mientras duermen permiten conocer la evolución de la enfermedad y su gravedad, lo que ayudaría a prevenir posibles complicaciones.
Un hombre durmiendo en el hospital durante el tratamiento de la apnea del sueño

21/12/2023

Investigadores españoles han utilizado por primera vez los cambios en el metabolismo del sudor durante la noche en los pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) para determinar la gravedad de esta afección. Las alteraciones del metabolismo de las personas con apnea del sueño son clave para conocer el grado de la enfermedad. Por lo general, esos cambios se identifican en análisis de sangre u orina, pero un equipo del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) ha buscado una alternativa menos invasiva y más accesible, y ha comprobado que las muestras de sudor pueden resultar muy útiles con este objetivo.

PUBLICIDAD

“Analizando el metabolismo del sudor y sus alteraciones, principalmente durante la noche, pudimos ver en qué fase de la enfermedad estaban los pacientes” explica Laura Castillo, la autora principal del estudio, que considera que usar el sudor frente a otras muestras tiene ventajas obvias: “es una muestra no invasiva y limpia ya que, al contrario de lo que pasa con la sangre, no tenemos que eliminar proteínas y es mucho más fácil de analizar y detectar los metabolitos”.

Los investigadores explican que, en griego, la palabra apnea (ἄπνοια) significa “ausencia de respiración” y precisamente la apnea del sueño se caracteriza por interrupciones en la respiración que se repiten de forma recurrente mientras el paciente duerme. Los principales síntomas que experimentan las personas con SAOS son sensación de ahogo, cansancio o somnolencia. Además, esta enfermedad también se relaciona con mayor incidencia de problemas cardiovasculares, por lo que es importante hacer un diagnóstico adecuado de la gravedad de la apnea para prevenir posibles complicaciones. Sus hallazgos se han publicado en Journal of Sleep Research.

PUBLICIDAD

Conocer la evolución de la apnea del sueño para prevenir complicaciones

En el estudio se analizaron las muestras de sudor de antes y después de dormir de una serie de individuos con apnea del sueño en diferentes estadios, así como de un grupo de personas sin la enfermedad que sirvieron como grupo de control. Los autores utilizaron la técnica de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas de alta resolución para estudiar las muestras, lo que les permitió identificar 78 metabolitos y estudiar sus cambios, mayoritariamente relacionados con la producción de energía y el estrés oxidativo.

“Pudimos ver cómo el propio metabolismo del sudor avisa de esas alteraciones durante el sueño en las que a la persona le empeora la producción de energía y le aumenta el estrés oxidativo” señala Castillo. Así, con un seguimiento personalizado a través del sudor excretado durante el sueño de una persona con apnea, se puede conocer la evolución de la enfermedad y vigilar sus posibles efectos, como los problemas cardiovasculares. En el ensayo este perfil metabolómico también permitió distinguir entre las personas que sufrían la enfermedad y aquellas que no la tenían y pertenecían al grupo control.

“Pudimos ver cómo el propio metabolismo del sudor avisa de esas alteraciones durante el sueño en las que a la persona le empeora la producción de energía y le aumenta el estrés oxidativo”

Además de establecer el sudor como un buen indicador para conocer el estadio de la enfermedad, este trabajo también muestra la importancia de tener en cuenta el índice de desaturación de oxígeno a la hora de diagnosticar la enfermedad. Actualmente el diagnóstico de la apnea del sueño se basa en el índice de apnea-hipopnea (IAH), que determina que las personas tienen apnea del sueño en función de los episodios de falta de respiración que tienen por hora (por ejemplo, la enfermedad es grave cuando tienen 30 o más episodios a la hora). En opinión del equipo, sin embargo, este índice “no aporta toda la información de la enfermedad o de la situación del paciente en ese momento”, ya que cuenta el número de eventos, pero no la gravedad de estos.

PUBLICIDAD

Por eso, en su estudio han comprobado la importancia de usar ese índice de desaturación de oxígeno que muestra cómo son de graves los episodios midiendo el número de eventos en los que la saturación de oxígeno ha disminuido más de un 3%. Tras comprobar la relación lineal entre este índice y el IAH, se certifica su idoneidad, ya que además de proporcionar los datos que aporta IAH, también profundiza en la gravedad de estos, teniendo en cuenta esa pérdida de saturación de oxígeno.

Fuentes: Universidad de Córdoba e Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC)

Actualizado: 21 de diciembre de 2023

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD