Una proteína previene daños intestinales causados por radioterapia
04/06/2019
Alrededor del 50% de las personas que desarrollan un cáncer en la cavidad gastrointestinal, como los de hígado, colon, páncreas o próstata, se someten a radioterapia intensiva, pero a pesar de su eficacia puede resultar dañina porque ataca también las células intestinales sanas y provoca toxicidad en el intestino del 60% de los pacientes tratados, un 10% de los cuales sufre síndrome gastrointestinal, en el que se produce la muerte de las células intestinales y que puede destruir el intestino y provocar el fallecimiento del afectado.
Este problema restringe la administración de radioterapia, pero un nuevo estudio realizado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto que la proteína URI –de la que ya se pensaba que puede contribuir a la protección del daño al ADN– es capaz de proteger al organismo de los daños causados por la radiación en el intestino cuando sus niveles son elevados, mientras que si se encuentra en niveles bajos o está suprimida se produce síndrome gastrointestinal o la muerte.
El 100% de los ratones que expresaban elevados niveles de URI sobrevivieron a la radiación, mientras que todos los ratones que carecían del gen fallecieron a causa del síndrome gastrointestinal
La investigación, que se ha publicado en Science, se ha realizado con modelos animales (ratones) modificados genéticamente para analizar el impacto de URI sobre los efectos de la radiación en el intestino; uno se utilizó como control para rastrear la zona exacta del intestino en la que se expresa esta proteína, otro que presentaba elevados niveles de URI en este órgano, y uno más en el que se eliminó el gen para reducir los niveles de URI en el epitelio intestinal.
El efecto protector de URI sobre las células del intestino
La proteína se expresa en determinadas células madre durmientes que se encuentran en unas cavidades del intestino denominadas criptas de Lieberkühn, a las que protege de la toxicidad generada por altos niveles de radiación. Almudena Chaves Perez, investigadora del CNIO, ha explicado que se ha observado que tras finalizar la radioterapia estas células se encargan de regenerar el intestino.
El 100% de los ratones que expresaban elevados niveles de URI sobrevivieron a la radiación –a pesar de que en condiciones normales muere hasta un 70% de los animales–, y de hecho todos los ratones que carecían del gen fallecieron a causa del síndrome. Los resultados del trabajo también revelaron que cuando las mencionadas células madre no elaboran URI la expresión del oncogén c-MYC se sobreactiva y estas células mueren a consecuencia de los daños provocados por la radiación, por lo que el intestino no puede regenerarse, deja de cumplir sus funciones, y el ratón muere.
Respecto a las aplicaciones de estos hallazgos en la práctica clínica, Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del CNIO, ha señalado que dado que la sobreexpresión de URI ejerce una función protectora y su baja expresión causa daño al intestino, se podrían administrar dosis más importantes de radioterapia a los pacientes con elevados niveles de URI, y en aquellos con los niveles más bajos habría que desactivar la proteína c-MYC para reducir la proliferación de las células intestinales y que sean menos sensibles a la radioterapia, evitando así el daño intestinal y los efectos adversos asociados.
Actualizado: 4 de mayo de 2023