La FDA autoriza el primer fármaco contra cáncer de mama BRCA1 y BRCA2
30/01/2018
Olaparib (Lynparza) es el primer fármaco de su clase (inhibidor PARP) indicado en determinados tipos de cáncer de mama metastásico que presentan una alteración genética hereditaria específica, la mutación del gen BRCA, aprobado por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) para tratar a pacientes con esta enfermedad previamente seleccionados mediante una prueba genética denominada BRACAnalysis CDx, capaz de detectar las mutaciones BRCA en sus muestras de sangre.
Se estima que alrededor del 20-25% de las personas con cáncer de mama hereditario, y el 5-10% de las que padecen cualquier tipo de cáncer tienen una alteración en sus genes BRCA, unos genes involucrados en la reparación del ADN dañado y que en condiciones normales evitan el desarrollo de tumores, pero que cuando sufren una mutación pueden causar algunos cánceres como el de mama.
Alrededor del 20-25% de las personas con cáncer de mama hereditario, y el 5-10% de las que padecen cualquier tipo de cáncer tienen una alteración en sus genes BRCA
Olaparib –que ya había sido aprobado por la FDA en 2014 para tratar algunos tipos de cáncer de ovario avanzado en pacientes que habían recibido tres o más tratamientos de quimioterapia– funciona bloqueando una enzima que interviene en la reparación del ADN dañado, lo que reduce las probabilidades de que se repare el ADN de las células cancerosas con genes BRCA deteriorados, lo que conduce a la muerte celular y posiblemente provoque una ralentización o detención del desarrollo del tumor.
Olaparib aumenta la supervivencia libre de progresión del cáncer
La eficacia y seguridad de este medicamento se han probado en un ensayo clínico aleatorizado (OlympyiAD trial) en el que participaron 302 pacientes con cáncer de mama metastásico HER2-negativo con una mutación germinal en BRCA. Los autores del estudio midieron cuánto tiempo permanecieron los tumores sin crecer de forma significativa tras finalizar la administración de olaparib, y comprobaron que la media de supervivencia libre de progresión de la enfermedad fue de siete meses, frente a los 4,2 meses de aquellos que fueron tratados solo con quimioterapia.
Mark. E. Robson, director del estudio, ha explicado que es la primera vez que un ensayo clínico en fase III sobre cáncer de mama muestra que un inhibidor PARP obtiene mejores resultados que la quimioterapia en pacientes con un cáncer de mama metastásico HER2-negativo, y añade que eso demuestra que este tipo de tumores que presentan defectos en las vías de reparación del ADN dañado son susceptibles de ser abordados con una terapia específicamente diseñada para aprovechar esa anomalía.
Lynparza fue bastante bien tolerado, y solo un 5% de los participantes tuvieron que abandonar la terapia por toxicidad. Los efectos secundarios más frecuentes fueron anemia, náuseas, fatiga, neutropenia, dolor de cabeza, infecciones del tracto respiratorio, dispepsia, diarrea, mialgias, estreñimiento o falta de apetito, entre otros; mientras que los efectos adversos graves fueron la aparición de algunos cánceres de la sangre o de médula ósea (síndrome mielodisplásico, leucemia mieloide aguda), así como la inflamación de los pulmones.
Además, el fármaco puede ser un riesgo para el feto, por lo que las mujeres que vayan a someterse a este tratamiento deben utilizar anticonceptivos, y tampoco pueden amamantar a sus hijos porque también puede resultar tóxico para el bebé.
Actualizado: 4 de mayo de 2023