Los cánceres entre menores de 50 se han disparado en los últimos 30 años

Desde 1990, la incidencia y las muertes por cánceres de inicio temprano, en adolescentes y adultos jóvenes, han aumentado sustancialmente a nivel mundial. En concreto, la incidencia mundial del cáncer de aparición temprana aumentó un 79,1% y el número de muertes por cáncer de aparición temprana aumentó un 27,7% entre 1990 y 2019, segúnon las principales conclusiones de una investigación publicada en la revista de acceso abierto BMJ Oncology.

Los hallazgos contradicen la sabiduría popular sobre los tipos de cáncer que suelen afectar a los menores de 50 años, sugiere también un editorial al respecto en la misma publicación, así los cánceres que históricamente se consideraban más comunes en los grupos de mayor edad ahora se diagnostican en adultos más jóvenes, incluidos el cáncer colorrectal, el de mama, el de esófago, el cáncer gástrico y el de páncreas, entre otros.

El cáncer de mama representó el mayor número de casos de "inicio temprano" en este grupo de edad en 2019. Pero los cánceres de tráquea (nasofaringe) y próstata son los que han aumentado más rápidamente desde 1990, revela el análisis. Los cánceres que causaron el mayor número de muertes y comprometieron más la salud entre los adultos más jóvenes en 2019 fueron los de mama, tráquea, pulmón, intestino y estómago.

Si bien el cáncer tiende a ser más común en las personas mayores, la evidencia sugiere que los casos entre los menores de 50 años han aumentado en muchas partes del mundo desde la década de 1990. Pero la mayoría de estos estudios se han centrado en las diferencias regionales y nacionales; y pocos han analizado el tema desde una perspectiva global o los factores de riesgo para los adultos más jóvenes, dicen los investigadores.

En un intento por cerrar estas brechas de conocimiento, se basaron en datos del Estudio de Carga Global de Enfermedades 2019 para 29 cánceres en 204 países y regiones. Analizaron la incidencia (casos nuevos), las muertes, las consecuencias para la salud (años de vida ajustados por discapacidad o AVAD) y los factores de riesgo contribuyentes para todas las personas de 14 a 49 años para estimar el cambio porcentual anual entre 1990 y 2019.

En 2019, los nuevos diagnósticos de cáncer entre los menores de 50 años ascendieron a 1,82 millones, un aumento del 79% con respecto a 1990. En general, el cáncer de mama representó el mayor número de estos casos y muertes asociadas: 13,7 y 3,5/100.000 de la población mundial, respectivamente.

Pero los nuevos casos de cáncer de tráquea y de próstata de aparición temprana aumentaron más rápidamente entre 1990 y 2019, con cambios porcentuales anuales estimados del 2,28 % y el 2,23 %, respectivamente. En el otro extremo del espectro, el cáncer de hígado de aparición temprana disminuyó aproximadamente un 2,88% cada año.

Hasta 1,06 millones de menores de 50 años murieron de cáncer en 2019, un aumento de poco menos del 28% con respecto a la cifra de 1990. Tras el cáncer de mama, los cánceres que provocaron el mayor número de muertes y la consiguiente mala salud fueron los de tráquea, pulmón, estómago e intestino, con los aumentos más pronunciados en las muertes entre personas con cáncer de riñón u ovario.

Las tasas más altas de cánceres de aparición temprana en 2019 se produjeron en América del Norte, Oceanía y Europa Occidental. Pero los países de ingresos bajos y medios también se vieron afectados, con las tasas de mortalidad más altas entre los menores de 50 años en Oceanía, Europa del Este y Asia Central.

Y en los países de ingresos bajos y medios, el cáncer de aparición temprana tuvo un impacto mucho mayor en las mujeres que en los hombres, tanto en términos de muertes como de mala salud posterior.

Basándose en las tendencias observadas durante las últimas tres décadas, los investigadores estiman que el número global de nuevos casos de cáncer de aparición temprana y muertes asociadas aumentará otro 31% y 21%, respectivamente, en 2030, siendo los de 40 años los que corren mayor riesgo.

Facturas que influten en el crecimiento de casos de cáncer de aparición temprana

Es probable que los factores genéticos desempeñen un papel, afirman los investigadores. Pero las dietas ricas en carnes rojas y sal y bajas en frutas y leche; el consumo de alcohol y el tabaquismo son los principales factores de riesgo que subyacen a los cánceres más comunes entre los menores de 50 años, junto con la inactividad física, el exceso de peso y los niveles altos de azúcar en sangre, indican los datos.

Los investigadores reconocen varias limitaciones de sus hallazgos: principalmente, la calidad variable de los datos de los registros de cáncer en diferentes países puede haber llevado a una subnotificación y un subdiagnóstico, sugieren. Y todavía no está claro hasta qué punto las pruebas de detección y la exposición temprana a factores ambientales pueden estar influyendo en las tendencias observadas, añaden.

Los médicos del Centro de Salud Pública de la Universidad Queen de Belfast apuntan que "la comprensión total de las razones que impulsan las tendencias observadas sigue siendo difícil de alcanzar, aunque es probable que contribuyan factores del estilo de vida y áreas novedosas de investigación como el uso de antibióticos, el microbioma intestinal, la contaminación del aire exterior y los primeros años de vida". Se están explorando las exposiciones".

Concluyen que "se necesitan con urgencia medidas de prevención y detección temprana, además de identificar estrategias de tratamiento óptimas para los cánceres de aparición temprana, que deben incluir un enfoque holístico que aborde las necesidades únicas de atención de apoyo de los pacientes más jóvenes". Y que  "existe una necesidad apremiante de asociación, colaboración y distribución de recursos a nivel global para lograr estos objetivos".

Para Alejandro Pérez Fidalgo, médico adjunto del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia e investigador de INCLIVA: las conclusiones de este estudio "permiten generar las hipótesis de que cambios en los hábitos de vida o exposición a nuevos agentes, más frecuentes en nuestros días que en 1990, puedan estar detrás de este incremento en la incidencia. Por el contrario, la otra hipótesis es que los mejores métodos de diagnóstico y tratamiento permiten disminuir la mortalidad". Por otro lado, sugiere que "cada vez hay más datos que apuntan a que el paciente joven con cáncer es cada vez más frecuente y, por tanto, lo razonable sería implantar medidas dirigidas a la asistencia a un paciente joven, con necesidades específicas y que requiere una cierta profesionalización en su manejo".