Un estilo de vida saludable aumenta la supervivencia en cáncer de mama

Seguir una dieta saludable y equilibrada, dormir bien, hacer ejercicio físico y evitar el consumo de tabaco y alcohol, son hábitos que ayudan a prevenir el desarrollo de enfermedades, pero, además, un estilo de vida saludable puede reducir un 37% el riesgo de que las pacientes con cáncer de mama sufran una recaída y mejorar un 58% sus probabilidades de supervivencia, según revela un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open.

Los investigadores siguieron la evolución de 1.340 mujeres con cáncer de mama operable de alto riesgo y analizaron sus estilos de vida antes, durante y después del tratamiento. Encontraron así que una mayor adherencia a las recomendaciones de prevención de la Sociedad Americana del Cáncer y el Instituto Americano de Investigación del Cáncer, como la práctica de actividad física, un elevado consumo de frutas y verduras y bajo de carne y bebidas azucaradas, y no fumar, se asociaba con un 37% menos riesgo de recurrencia del cáncer de mama y un 58% menos riesgo de mortalidad en estas pacientes.

Los autores del estudio han escrito que “estos hallazgos sugieren que “las intervenciones en el estilo de vida podrían ser una estrategia auxiliar segura, barata y viable para retrasar y prevenir la recidiva y la muerte por el cáncer más común del mundo”.

“Adherirse a esas recomendaciones no solo genera beneficios en relación con el cáncer de mama, sino que podría reducir el riesgo de otros tumores y afectar positivamente a la salud cardiopulmonar y metabólica”

Miguel Martín, Jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón y presidente de GEICAM considera que “cada día hay más evidencias de que factores de estilo de vida como el ejercicio físico, el consumo de alcohol, la dieta y el sobrepeso influyen en la evolución de las mujeres con cáncer de mama operable. Este estudio añade información en el mismo sentido”, según sus declaraciones a SMC España. 

Y añade: “Habida cuenta de que los efectos del tratamiento y del estilo de vida se suman, la mejoría global ya es importante. Además, adherirse a esas recomendaciones no solo genera beneficios en relación con el cáncer de mama, sino que podría reducir el riesgo de otros tumores (como útero y colon-recto) y afectar positivamente a la salud cardiopulmonar y metabólica”.

Josep Maria Borràs, Coordinador científico de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud y director del Plan Catalán de Oncología Instituto Catalán de Oncología (ICO), afirma, también en declaraciones a SMC España que el estudio “puede ayudar mucho a resaltar la importancia del estilo de vida en la probabilidad de supervivencia en las mujeres tratadas por cáncer de mama”. “Confirma recomendaciones previas, pero refuerza enormemente la evidencia disponible gracias a su diseño”. 

“Los beneficios a nivel individual son relevantes, pero modestos [teniendo en cuenta el riesgo absoluto]. Sin embargo, considerado el conjunto de pacientes, tiene un impacto elevado. Y en todo caso, realizar estos comportamientos de mejor dieta y ejercicio físico tiene consecuencias muy positivas en la calidad de vida de las mujeres afectadas”, concluye.