Demorar un mes el tratamiento del cáncer aumenta un 10% la mortalidad
06/11/2020
La pandemia por coronavirus está teniendo también un grave impacto sobre la salud de las personas afectadas por otras patologías diferentes al COVID-19. Así, una revisión de estudios ha concluido que el retraso de un mes en el tratamiento de siete tipos de cáncer (vejiga, mama, colon, recto, pulmón, cuello uterino y cabeza y cuello) puede aumentar el riesgo de muerte entre un 6% y un 13%, con independencia de que se trate con cirugía, quimioterapia o radioterapia.
La investigación ha sido realizada por científicos canadienses y del Reino Unido y se ha publicado en The BMJ (British Medical Journal), y ha descubierto que este riesgo de mortalidad sigue incrementándose mientras no se inicie el tratamiento. Los investigadores, liderados por Timothy Hanna, de la Queen's University en Kingston (Canadá), han llevado a cabo una revisión y análisis de estudios relevantes que evaluaban cómo influía diferir el tratamiento del cáncer sobre la mortalidad de los pacientes, publicados entre enero de 2000 y abril de 2020, y en los que participaron más de 1,2 millones de pacientes.
Un retraso de ocho semanas en la cirugía de cáncer de mama incrementaría el riesgo de muerte en un 17%, y 12 semanas de retraso lo incrementaría en un 26%
En estos trabajos se recogían datos sobre los tratamientos de los siete tipos de cáncer mencionados –que representan el 44% del total de la incidencia de cánceres en el mundo–, como terapia sistémica (quimioterapia), radioterapia o intervenciones quirúrgicas. Su medida principal de resultado fue la probabilidad de supervivencia por retraso de cuatro semanas para cada indicación, midiéndose los retrasos desde el diagnóstico hasta el primer tratamiento administrado, o desde la finalización de un tratamiento hasta el inicio del siguiente.
Exceso de muertes por demoras en tratar el cáncer
Los resultados mostraron que en los tres tipos de tratamiento el hecho de aplazarlo cuatro semanas se asociaba con un incremento del riesgo de muerte. En el caso de la cirugía se tradujo en un aumento del 6-8% en el riesgo de muerte por cada retraso del tratamiento de cuatro semanas, un porcentaje que aumentó en algunas indicaciones de radioterapia y sistémicas, con un 9% y un 13% de aumento del riesgo de muerte para el tratamiento definitivo de radioterapia en cáncer de cabeza y cuello y tratamiento sistémico adyuvante (de seguimiento) para el cáncer colorrectal, respectivamente.
Los autores del trabajo calcularon también que las demoras de hasta ocho semanas y 12 semanas aumentaron aún más el riesgo de muerte y utilizaron como ejemplo que un retraso de ocho semanas en la cirugía de cáncer de mama incrementaría el riesgo de muerte en un 17%, y 12 semanas de retraso lo incrementaría en un 26%.
Un aplazamiento de 12 semanas en la cirugía para todos los pacientes con cáncer de mama durante un año (por ejemplo, durante el confinamiento y la recuperación del COVID-19) tendría como consecuencia un exceso de 1.400 muertes en el Reino Unido, 6.100 en los Estados Unidos, 700 en Canadá y 500 en Australia, teniendo en cuenta que la cirugía fue el primer tratamiento en el 83% de los casos y la mortalidad sin demora fue del 12%.
Limitaciones del estudio
El estudio, según han reconocido los propios autores, tiene limitaciones, por ejemplo, se basa en datos observacionales de los que no se puede extraer la causa, y también cabe la posibilidad de que los pacientes a los que se les retrasó más el tratamiento tuvieran otras enfermedades o experimentaran efectos adversos con el mismo que hubieran empeorado su pronóstico en cualquier caso. No obstante, afirman que se analizó una gran cantidad de datos y solo se incluyeran estudios de alta calidad, lo que aporta validez a sus hallazgos.
Actualizado: 5 de mayo de 2023