Hallan la clave para mejorar la inmunoterapia frente al cáncer: los monocitos
29/11/2024
La inmunoterapia ha supuesto una revolución en el tratamiento del cáncer en las últimas décadas devolviendo la esperanza a pacientes que antes se hubieran considerado incurables al combatir enfermedades como el melanoma o el cáncer de pulmón. Su mecanismo de actuación se basa en aprovechar la capacidad del sistema inmunológico para eliminar las células cancerosas, ya sea potenciando la respuesta inmune, o mediante la activación de vías específicas que permiten reconocer, atacar y eliminar estas células.
Aunque los avances han sido significativos, todavía quedan retos por superar y uno de los más importantes es la capacidad del cáncer para evadir al sistema inmunitario, mediante la modificación de sus propias células para no ser detectadas y la supresión de respuestas inmunitarias a través de un microambiente tumoral evasivo. A consecuencia de ello, un considerable número de pacientes no responde a las terapias actuales; esto ocurre, por ejemplo, en más del 50% de los casos de melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo.
Ahora, un equipo de científicos liderado por Anna Obenauf en el Instituto de Investigación de Biología Molecular (IMP) ha hallado la pieza que faltaba para mejorar el puzle de la inmunoterapia frente al cáncer, al haber identificado el papel clave que desempeña un tipo de célula inmunitaria, los monocitos inflamatorios, en la reactivación de los linfocitos T dentro de los tumores. Este descubrimiento se ha publicado en la revista Nature y posiciona a los monocitos como un prometedor objetivo para mejorar las inmunoterapias, con el potencial de beneficiar a pacientes con diversos tipos de cáncer, como melanoma, pulmón, páncreas y colorrectal.
Un nuevo mecanismo inmunitario para combatir el cáncer
En un estudio dirigido por Anna Obenauf, un equipo internacional de investigadores, con los españoles Anais Elewaut y Guillem Estivill a la cabeza, empleó modelos de melanoma en ratones, secuenciación de ARN a nivel de célula única, y tecnologías genéticas e imágenes funcionales, para avanzar en la comprensión del papel del sistema inmunológico en la lucha contra el cáncer. Los resultados revelan la participación de otro tipo de célula inmunitaria en la activación de la respuesta inmune contra el cáncer y sienta las bases para desarrollar nuevas estrategias para potenciar la inmunoterapia y beneficiar a más pacientes.
El ciclo de inmunidad contra el cáncer describe cómo las células inmunitarias reconocen y eliminan las células cancerígenas. En el centro de este proceso están los linfocitos T, esenciales en la lucha contra el cáncer. Sin embargo, estos linfocitos dependen de otras células inmunitarias para activarse, especialmente las células dendríticas.
El proceso comienza cuando las células tumorales liberan fragmentos proteicos denominados antígenos, que son capturados por células presentadoras de antígenos (APC, por sus siglas en inglés). Estas presentan los antígenos a los linfocitos T, que después se trasladan al tumor para destruirlo. Sin embargo, según el estudio, los linfocitos T necesitan una activación adicional dentro del microambiente tumoral para ser completamente eficaces.
Los monocitos constituyen un prometedor objetivo para optimizar la inmunoterapia, con aplicaciones potenciales en diversos tipos de cáncer que comparten vías moleculares similares al melanoma
“El ciclo de inmunidad al cáncer, tal como lo entendemos hoy, en realidad está incompleto; nos estamos perdiendo el paso crucial de la reactivación de las células T dentro del microambiente del tumor”, ha explicado Anais Elewaut, coprimera autora del estudio y estudiante española en la Universidad de Viena, en una nota publicada por IMP. “Descubrimos que cuando las células T llegan al tumor, todavía necesitan una activación adicional de otras células inmunes para ser completamente efectivas”, añade.
Monocitos, un actor clave en la destrucción de tumores
Los investigadores descubrieron que los monocitos –un tipo de célula inmunitaria que antes no se había tenido en cuenta– desempeñan un papel clave en esta activación. En modelos de melanoma sensibles a terapias, observaron una elevada presencia de monocitos, mientras que en modelos resistentes predominaban macrófagos supresores, conocidos por inhibir las respuestas inmunitarias.
Los monocitos no solo activan a los linfocitos T, sino que también pueden “tomar prestados” antígenos de las células tumorales y presentarlos directamente a los linfocitos T en un proceso llamado “cross-dressing”. Esto reactiva a los linfocitos T, mejorando su capacidad para reconocer y atacar las células cancerígenas.
Los monocitos constituyen un prometedor objetivo para optimizar la inmunoterapia, con aplicaciones potenciales en diversos tipos de cáncer que comparten vías moleculares similares al melanoma. El próximo paso será investigar cómo estimular a los linfocitos T mediante monocitos y otras células inmunitarias en diferentes contextos terapéuticos.
“Los ensayos clínicos que combinan inhibidores de COX con inmunoterapia están en camino, y ya hemos identificado formas de mejorar su eficacia”, señala Anna Obenauf. “Nuestro objetivo es profundizar en la comprensión de los mecanismos de inmunidad antitumoral para superar la resistencia en más pacientes y hacer de la inmunoterapia una opción viable para un mayor número de personas”, concluye la experta.
Fuente: Instituto de Investigación de Biología Molecular (IMP)
Actualizado: 29 de noviembre de 2024