Nueva diana contra la enfermedad inflamatoria intestinal
18/04/2017
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) hace referencia a una serie de patologías crónicas que, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, afectan al tubo digestivo, provocando la inflamación de algunas de sus partes. Se estima que alrededor de cinco millones de personas en el mundo padecen alguna de estas dolencias, de las cuales el 40% no responde al tratamiento habitual (terapia anti-TNF). Ahora, un nuevo estudio abre las puertas a la esperanza a dos millones de personas que todavía no disponen de una alternativa terapéutica.
La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Oxford y publicada en la revista Nature Medicine, puede suponer un antes y un después en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, ya que ha encontrado una nueva diana terapéutica sobre la que actuar, la Citoquina Oncostatina M (OSM), una pequeña proteína del sistema inmunitario que ayuda a regular la inflamación.
Se estima que cinco millones de personas en el mundo padecen enfermedad inflamatoria intestinal, y que el 40% de ellas no responde al tratamiento habitual y carece de una alternativa terapéutica
La OSM está involucrada en una serie de procesos dirigidos a mantener un cuerpo sano, entre los que se incluyen la reparación del hígado y la remodelación del tejido cardíaco. Sin embargo, su sobreproducción estaría detrás de una serie de enfermedades como la artritis, varias formas de cáncer, o la enfermedad inflamatoria intestinal. De hecho, ya se sabía que los pacientes aquejados de enfermedad inflamatoria intestinal eran portadores de altas cantidades de OSM en su intestino, pero el nuevo estudio ha comprobado que dentro de este colectivo, el tener una tasa aún mayor de OSM predice el fracaso de la terapia anti-TFN.
Un hallazgo relevante para el abordaje de la EII
Según los investigadores se trata de un hallazgo muy importante por dos motivos fundamentales. En primer lugar, porque permitirá predecir qué pacientes responderán bien a las terapias actuales, y cuáles no. Y este no es un dato baladí, ya que la terapia anti-TFN es cara y, de esta forma, podrá administrarse únicamente a los pacientes con más probabilidades de obtener beneficios de ella.
Y en segundo lugar, y quizás más importante, porque convierte a la proteína OSM en una nueva diana, ya que según los científicos su bloqueo podría llegar a ser un éxito en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, especialmente en esos dos de cada cinco pacientes que no se pueden beneficiar de la terapia anti-TFN que se lleva utilizando desde hace dos décadas.
Actualizado: 4 de mayo de 2023