Descubren cómo potenciar la secreción de insulina para controlar la diabetes

Investigadores españoles han descubierto un mecanismo que podría mejorar la secreción de insulina y que puede servir de base al desarrollo de nuevas terapias para controlar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes.
Persona diabética contento porque su nivel de azúcar en sangre es bajo

17/06/2024

La diabetes tipo 2 se caracteriza por la resistencia a la insulina y la incapacidad de las células beta del páncreas para producir suficiente insulina, lo que provoca un desequilibrio en el organismo que puede generar serios problemas de salud si no se controla adecuadamente. Se trata de la forma más común de diabetes y constituye el 90-95% de los casos diagnosticados.

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En España, un 25% de la población vive con diabetes o se encuentra en fases iniciales de esta enfermedad, según el estudio Di@bet.es, dirigido por CIBERDEM y financiado por el Instituto de Salud Carlos III. Para entender y tratar la diabetes, es fundamental estudiar las células beta del páncreas. Estas células liberan insulina cuando comemos, facilitando el transporte de glucosa a los tejidos metabólicos como músculos, hígado y tejido adiposo, almacenándola para su uso como energía. En las personas con diabetes tipo 2, la resistencia a la insulina impide que las células utilicen la glucosa correctamente, lo que provoca que esta circule en exceso por la sangre, generando descompensación.

El Grupo de Investigación en Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (DIAMET) del CIBER (CIBERDEM) ha hecho un descubrimiento significativo, ya que ha identificado un nuevo mecanismo que podría mejorar la secreción de insulina y, por ende, el control del azúcar en sangre en personas con diabetes. Este mecanismo implica una sustancia llamada succinato y su receptor, SUCNR1, presente en las células beta del páncreas.

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Mejorar los niveles de azúcar en sangre en pacientes con diabetes

El succinato es un compuesto natural en nuestras células que desempeña un papel crucial en el metabolismo energético. Tradicionalmente asociado a situaciones de estrés celular, como en pacientes con obesidad, este estudio muestra que el succinato puede actuar como una señal beneficiosa que ayuda a las células beta del páncreas a liberar insulina, regulando así los niveles de glucosa en la sangre.

“Hemos descubierto que el nivel del receptor SUCNR1 aumenta en condiciones de azúcar alto en sangre y empeoramiento metabólico, como en la obesidad y la diabetes. Cuando el succinato se une a este receptor, se activa un proceso que potencia la secreción de insulina. Esto es especialmente importante después de comer, cuando los niveles de azúcar en sangre son más altos y el cuerpo necesita más insulina para procesar ese azúcar”, explica Joan Sabadell-Basallote, uno de los investigadores responsables de este estudio de DIAMET (grupo liderado por Sonia Fernández-Veledo y por Joan Vendrell).

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Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias para tratar la diabetes, centrándose en este mecanismo para mejorar la secreción de insulina y ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control, ofreciendo esperanza a quienes luchan contra esta enfermedad crónica.

“Hemos descubierto que el nivel del receptor SUCNR1 aumenta en condiciones de azúcar alto en sangre y empeoramiento metabólico, como en la obesidad y la diabetes. Cuando el succinato se une a este receptor, se activa un proceso que potencia la secreción de insulina”

La diabetes tipo 2 está estrechamente vinculada con la obesidad, ya que el exceso de grasa corporal contribuye a la resistencia a la insulina. A medida que una persona gana peso, sus células se vuelven menos sensibles a la insulina, obligando al páncreas a producir más para mantener los niveles de azúcar en sangre normales. Con el tiempo, este esfuerzo constante puede agotar las células beta, reduciendo su capacidad para producir insulina y favoreciendo la aparición de la diabetes tipo 2.

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Los casos de diabetes tipo 2 aumentan globalmente año tras año. Según la Federación Internacional de Diabetes, alrededor de 537 millones de adultos de entre 20 y 79 años padecen esta enfermedad, y se espera que en 20 años esta cifra supere los 700 millones. Este incremento se debe a factores como el envejecimiento de la población, el aumento de la obesidad y los estilos de vida sedentarios.

La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con el grupo CIBERDEM de Eduard Montanya (IDIBELL), así como con diversas instituciones nacionales (UB-IDIBELL y UMH-IDiBE) e internacionales (Universidad de Harvard y el Consejo Nacional de Investigación de Italia).

Fuente: Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER)

Actualizado: 17 de junio de 2024

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