El virus del Ébola persiste en el semen hasta pasados dos años

En 2016, el Programa de Detección de Salud Masculina de Liberia (MHSP, por sus siglas en inglés) alertaba de que el virus del Ébola seguía presente en el semen de algunos hombres pasado un año desde la infección con el microorganismo. Ahora, un estudio realizado por investigadores provenientes de diversas instituciones sanitarias de Estados Unidos y Liberia no solo reafirma aquella advertencia, sino que alarga el período de supervivencia del virus hasta pasados los dos años.

Para llevar a cabo el estudio se han analizado muestras de semen de 149 hombres que sobrevivieron a la enfermedad y que han querido formar parte de la investigación: se detectó ARN del virus Ébola (EBOV) en el 9% de las muestras pasados entre 260 y 1.016 días del inicio de la enfermedad por virus de Ébola (EVD). En una segunda vuelta, de los 137 hombres que donaron semen dos años después de la aparición de la enfermedad, el 8% dio positivo.

Este hallazgo expone la persistencia a largo plazo del virus, algo que según los autores de la investigación se debe tener en cuenta a la hora de pensar en cómo combatirlo: el ébola no es solo una enfermedad grave, que puede resultar fatal, también tiene efectos a largo plazo que hay que controlar. No queda claro, ni ahora ni en el estudio llevado a cabo en 2016, si el virus presente en el semen es capaz de propagar la enfermedad.

Medidas para evitar la transmisión sexual del ébola

La enfermedad por virus del Ébola apareció por primera vez a finales de los años 70 en África en dos brotes casi simultáneos: en Sudán del Sur y en el Congo. Casi 40 años después, entre 2014 y 2015, éramos testigos de otro gran brote de ébola que fue devastador para la población de África Occidental.

No queda claro si la presencia de ARN del virus Ébola presente en el semen es capaz de propagar la enfermedad 

Dado que este virus se propaga de persona a persona a través del contacto directo con la sangre, secreciones, u otros fluidos corporales de los enfermos, se debe vigilar e investigar acerca de los riesgos de transmisión sexual y, en particular, sobre la perdurabilidad del virus en el semen a lo largo del tiempo y su posible transmisión a personas sanas; ya que si bien se ha documentado la transmisión sexual del ébola antes de la infección aguda, no se sabe si la presencia de ARN sirve como un correlato para el virus infeccioso, y si la transmisión en este sentido es posible.

Es por ello que el equipo del estudio sugiere también la revisión de las directrices acerca de la transmisión sexual del virus del Ébola dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2016, y que contiene medidas como la abstinencia o el uso de preservativos hasta un año después de contraer la enfermedad.