Hongos intestinales potencian la barrera intestinal y la sociabilidad
18/02/2022
En el intestino tenemos un conjunto de microorganismos formado por bacterias, virus, hongos, etcétera –microbiota–, que influye en nuestra salud y en nuestro bienestar emocional, por lo que es fundamental que su equilibrio no se altere. Ahora, una nueva investigación preclínica ha descubierto que en los intestinos existe un grupo específico de hongos que son capaces de proteger frente a lesiones intestinales y que además pueden afectar al comportamiento social.
Los hallazgos del estudio, que ha sido realizado por investigadores de Weill Cornell Medicine con ratones y se ha publicado en Cell, apoyan los de otros trabajos que han identificado un “eje intestino-inmunidad-cerebro”, un sistema de señalización con una potencial variedad de efectos en la fisiología, tanto en la salud, como en la enfermedad, influenciado no solo por las propias células del organismo, sino también por los microbios que residen en él.
Los investigadores han encontrado un nuevo conjunto de señales moleculares que conectan los hongos del intestino con las células de todo el cuerpo, incluidas las células inmunitarias y las neuronas. “Hemos establecido un vínculo directo entre una importante vía inmunitaria inducida por hongos en el revestimiento del intestino y las señales en el sistema nervioso que afectan el comportamiento animal”, ha afirmado el Dr. Iliyan Iliev, autor principal, profesor asociado de inmunología en medicina en la División de Gastroenterología y Hepatología, y miembro del Instituto Jill Roberts para la Investigación de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal en Weill Cornell Medicine.
Hongos que mejoran la barrera intestinal y favorecen la sociabilidad
El revestimiento del intestino tiene que equilibrar las necesidades en conflicto, y para ello absorbe agua y nutrientes de los alimentos al tiempo que actúa como una barrera para evitar que la gran población de microbios en el intestino se introduzca en el torrente sanguíneo. Al estudiar este sistema en un modelo de ratón, los investigadores mapearon las localizaciones de distintos hongos dentro del intestino y encontraron que un subconjunto único de hongos tiende a acumularse en zonas específicas cercanas al epitelio o revestimiento intestinal, lo que sugiere que estas especies han colonizado el intestino e interactúan estrechamente con las células epiteliales cercanas.
Los ratones portadores de algunos de estos hongos asociados a la mucosa presentaban un reforzamiento de la función epitelial intestinal y disfrutaban de una mejor protección contra lesiones intestinales e infecciones bacterianas, que pueden alterar la barrera intestinal. “Hubo un fortalecimiento de esas funciones de barrera cuando agregamos esa comunidad fúngica específica a los ratones”, señaló el Dr. Iliev.
Estos hongos no solo mejoraron la integridad de la barrera intestinal, sino que en otros experimentos se observó que el comportamiento de los ratones con esta comunidad fúngica intestinal era más social que el de los roedores que no los tenían. Estos efectos parecen estar vinculados a las células T –un tipo de célula inmunitaria– de los animales, ya que los hongos hacen que las células T secreten dos proteínas de señalización inmunitarias, las citocinas IL-22 e IL-17.
La primera actúa sobre el epitelio, potenciando su función de barrera, mientras que la IL-17 ingresa al torrente sanguíneo y llega a las neuronas, que disponen de receptores para ella. Los ratones sin el receptor IL-17 en sus neuronas no muestran los efectos sociales de la colonización por hongos. “Existe esta armonía, una especie de comunicación entre diferentes tipos de organismos”, dijo el Dr. Iliev.
Actualizado: 5 de mayo de 2023