Asocian pasar el COVID-19 con más riesgo de desarrollar esclerosis múltiple
02/12/2024
Desde que el COVID-19 irrumpió como una nueva enfermedad infecciosa cuya gran capacidad de transmisión desencadenó una pandemia los científicos no han dejado de investigar sobre potenciales tratamientos y terapias preventivas, pero también sobre su impacto sobre la salud de los pacientes tanto a corto, como a largo plazo.
Un nuevo estudio ha revelado ahora que la infección por coronavirus SARS-CoV-2 puede ser un factor de riesgo para desarrollar esclerosis múltiple (EM), una grave enfermedad, que se considera una de las principales causas de discapacidad neurológica en adultos jóvenes junto a la epilepsia. La investigación que ha llegado a esta conclusión ha sido realizada por expertos de la Universidad de Örebro y el Hospital Universitario de Örebro, en Suecia.
“Hemos observado un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple en personas que padecieron COVID-19 grave. Sin embargo, solo un número extremadamente pequeño de personas que padecían COVID-19 grave recibieron un diagnóstico posterior de EM”, ha explicado Scott Montgomery, profesor de epidemiología clínica en la Facultad de Medicina y Salud en una nota publicada por la Universidad de Örebro.
Scott Montgomery analizó los registros de todos los pacientes que habían sido hospitalizados por COVID-19 en Suecia entre 2020 y 2022. Los resultados se han publicado en la revista Brain Communications y revelan que aproximadamente 26 de cada 100.000 pacientes que tuvieron COVID-19 grave desarrollaron posteriormente esclerosis múltiple, lo que supone más del doble del riesgo observado en personas sin un diagnóstico previo de COVID-19.
Los diagnósticos de esclerosis asociada al COVID podrían aumentar
“Quiero dejar claro que la EM es una enfermedad poco común y muy pocas personas en este estudio tuvieron un diagnóstico de esclerosis múltiple relacionado con COVID-19. Aproximadamente 26 personas con EM de nueva aparición por cada 100.000 con Covid-19 grave es solo el 0,02%”, ha puntualizado Montgomery.
El investigador también sospecha que el número de diagnósticos de esclerosis múltiple relacionados con casos graves de COVID-19 podría incrementarse en los próximos años. “Pueden pasar de 10 a 20 años hasta que se diagnostique EM después de una exposición relevante del cerebro o la médula espinal. En unos años quedará más claro hasta qué punto el COVID-19 grave es una causa de esclerosis múltiple”, añade Montgomery.
26 de cada 100.000 pacientes que tuvieron COVID-19 grave desarrollaron posteriormente esclerosis múltiple, lo que duplica el riesgo observado en personas sin un diagnóstico previo de COVID
El objetivo del estudio es contribuir a un diagnóstico más temprano de la esclerosis múltiple en las personas afectadas porque esto permitiría iniciar los tratamientos antes de que la enfermedad progrese a etapas más avanzadas. El investigador afirma que “la mayoría de las personas infectadas no desarrollarán enfermedades como la esclerosis múltiple”, por lo que no deberían preocuparse.
“No obstante, quienes presenten síntomas deberían buscar atención médica, ya que un tratamiento temprano mejora significativamente la calidad de vida y ralentiza la progresión de la enfermedad”, añade. El profesor también ha querido subrayar lo importante que es estar al día con las vacunas para prevenir infecciones. “Existe una conexión con la gravedad del COVID-19. Un COVID-19 más grave se asocia con un mayor riesgo de esclerosis múltiple, lo que podría revelar casos latentes de la enfermedad”
Finalmente, Montgomery indica que se están llevando a cabo investigaciones similares sobre otras enfermedades potencialmente vinculadas al COVID-19, y destaca la importancia de monitorear a los pacientes que estuvieron hospitalizados para identificar y tratar oportunamente posibles complicaciones futuras.
Actualizado: 2 de diciembre de 2024