Descubren un tratamiento eficaz para el hígado graso no alcohólico
21/06/2017
Científicos del Instituto para el Envejecimiento de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) han comprobado la eficacia de un tratamiento para revertir la esteatosis hepática no alcohólica en ratones, que consiste en eliminar las células senescentes del hígado –que aumentan con el envejecimiento y como respuesta al estrés–, y que según estos expertos son responsables de promover una acumulación de grasa en este órgano, porque han perdido su capacidad de emplear esta grasa como fuente de combustible.
En la investigación, que se ha publicado en Nature Communications, se utilizaron ratones a los que se cebó con una dieta rica en grasas, y a los que posteriormente se administró una combinación de dos medicamentos –dasatinib y quercetina– que eliminan selectivamente las células senescestes del hígado. Además, los investigadores alteraron genéticamente a otros animales para que sus células longevas activaran la apoptosis o muerte celular programada.
La eliminación de las células senescentes tenía como consecuencia una disminución de la acumulación de grasa en las células hepáticas y una normalización de la función del hígado
En ambos casos, se comprobó que la desaparición de las células senescentes tenía como consecuencia una disminución de la acumulación de grasa en las células hepáticas y una normalización de la función del hígado. Como ha explicado Diana Jurk, directora del estudio, este hallazgo sugiere que usar esta nueva técnica para eliminar células senescentes podría mejorar significativamente el tratamiento de la esteatosis hepática, y espera que contribuya a desarrollar una cura para esta enfermedad.
El hígado graso, una enfermedad frecuente
La esteatosis hepática no alcohólica, popularmente conocida como hígado graso, es una enfermedad del hígado que se estima que afecta a alrededor del 30% de la población general, y cuya prevalencia aumenta significativamente –hasta el 70-90%– en el caso de las personas que sufren diabetes tipo 2 u obesidad. Sus posibles complicaciones incluyen un aumento del riesgo de desarrollar aterosclerosis, e incluso puede llegar a generar cirrosis o un cáncer de hígado, de ahí la importancia de controlar sus causas y factores de riesgo, así como su evolución.
Actualizado: 4 de mayo de 2023