Día Mundial contra el dolor: el reto del dolor neuropático en España
14/10/2022
El dolor es uno de los síntomas de numerosas enfermedades, desde la fibromialgia, al cáncer o la migraña, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) pide desde 2010 que se clasifique y maneje como una enfermedad en sí mismo. Desde entonces, cada 17 de octubre tiene lugar el Día Mundial contra el Dolor. En España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), un 32% de los adultos padece algún tipo de dolor, sin embargo, este problema de salud solo está diagnosticado en alrededor del 27% de la población, sobre todo en personas de 45 a 54 años, de las que el 60% son mujeres.
De hecho, el dolor es la causa del 40% de las consultas en Atención Primaria, y el 20% de estos pacientes lo sufre durante más de seis meses, aunque si el dolor se mantiene más de tres meses se considera dolor crónico, un problema considerado por la OMS como la mayor amenaza para la calidad de vida en el mundo, que afecta al 20% de los europeos y constituye un coste sociosanitario superior al 3% del producto interior bruto en el continente, y que en España podría afectar a un 17% de la población o más y es la principal causa de absentismo laboral.
Dolor neuropático, intenso, complejo y difícil de tratar
El dolor neuropático tiene una incidencia anual del 1% de la población, lo que supone que cada año en España más de 400.000 personas comienzan a experimentar dolor neuropático o una combinación de dolor nociceptivo y neuropático. Los mecanismos que desencadenar el dolor neuropático no se conocen en profundidad, pero se sabe que es frecuente que aparezca asociado a enfermedades como la diabetes, el herpes zóster, el ictus, el párkinson o el cáncer, y que puede ser tanto una consecuencia de la enfermedad, como una secuela de determinados tratamientos quirúrgicos o médicos.
Cada año en España más de 400.000 personas comienzan a experimentar dolor neuropático o una combinación de dolor nociceptivo y neuropático
Las intervenciones de cirugía general u ortopédica son un factor de riesgo más, ya que hasta un 3% de los pacientes experimentan dolor neuropático tras someterse a ellas, unas cifras que aumentan más en caso de que se haya producido una amputación (el 85% de los pacientes) o de algún tipo de lesión traumática en el nervio periférico (50%). Su prevalencia es también muy elevada en los pacientes con cáncer (33%), sobre todo en cáncer de mama, con dolor lumbar (37%), con lesión en la medula espinal (67%), o con esclerosis múltiple (28%). Y se ha comprobado que también puede ser provocado por tóxicos, fármacos, infecciones y alteraciones metabólicas o hereditarias, entre otras causas.
“Un alto porcentaje de las personas que sufren dolor crónico en España padece dolor neuropático: hasta un 8-10% del conjunto de la población. El dolor neuropático no sólo es un tipo de dolor que tiende a la cronificación sino que, a diferencia del dolor nociceptivo, no es causado como respuesta a un estímulo, sino que es un dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema somatosensorial, a nivel central o periférico, que hace que el sistema nervioso interprete como dolorosos ciertos estímulos que en realidad no lo son”, explica el Dr. Alan Luis Juárez-Belaúnde, Coordinador del Grupo de Estudio de Dolor Neuropático de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
“Estimamos que un 25% de las consultas por dolor en Atención Primaria pueden estar relacionadas con pacientes que padecen dolor neuropático, que es considerado como uno de los peores dolores, tanto por la dificultad de tratamiento, como por su enorme complejidad fisiopatológica, como por la intensidad en la que lo experimentan los pacientes”.
“Los diversos mecanismos que pueden estar implicados en el dolor neuropático, y la habitual coincidencia de diversos síntomas y enfermedades en un mismo paciente, hace que el dolor neuropático tenga una enorme complejidad tanto de diagnóstico, como de tratamiento. Y esto implica que, con mucha frecuencia, este tipo de dolor ni se diagnostique, ni se trate correctamente, con lo que esto supone en términos de pérdida de calidad de vida y de importantes limitaciones funcionales entre los pacientes. Según uno de los últimos estudios que se han realizado en España, el 65% de los pacientes ha tenido que restringir sus actividades diarias y el 82% refiere un impacto significativo en su calidad de vida debido al dolor”, comenta el Dr. Alan Luis Juárez-Belaúnde.
Problemas emocionales asociados al dolor
El dolor neuropático no solo es más intenso, sino que también aumenta las probabilidades de que los pacientes desarrollen problemas emocionales como depresión (34%), ansiedad (25%) y trastornos del sueño (60%) en comparación con los afectados por otros tipos de dolor. Además, se estima que el 41% de los pacientes con dolor neuropático han sufrido dolor durante más de 5 años.
En los últimos años se han producido importantes avances en su tratamiento, pero las terapias disponibles no siempre son bien toleradas por los pacientes, o estos pierden la adherencia terapéutica por diversas razones, o el dolor se vuelve refractario a las terapias disponibles. De hecho, se estima que con los tratamientos actuales solo un 40-60% de los pacientes consiguen aliviar el dolor lo suficiente.
“En días como hoy se hace aún más necesario recalcar la importancia de mejorar el conocimiento sobre este dolor y seguir investigando en nuevos tratamientos más eficaces. Ya que, además, con el aumento de la esperanza de vida de la población España y, por ende, de muchas de las patologías que pueden generarlo, se espera que su prevalencia en nuestro país aumente de forma muy considerable en los próximos años”, concluye el Dr. Alan Luis Juárez-Belaúnde.
Fuente: Sociedad Española de Neurología (SEN)
Actualizado: 14 de octubre de 2022