La fibromialgia altera las zonas del cerebro que procesan el dolor
31/05/2023
El dolor musculoesquelético generalizado y crónico es el principal síntoma que experimentan los pacientes con fibromialgia. Un grupo de científicos ha estudiado cómo influye esta enfermedad en el cerebro con datos procedentes de resonancias magnéticas y ha comprobado que las áreas cerebrales implicadas en el procesamiento y la evaluación emocional del dolor se encuentran alteradas en las personas con fibromialgia.
Estos cambios afectan tanto al volumen de la materia gris –en la que se localizan las células nerviosas que procesan el dolor en diferentes áreas del cerebro–, como a la materia blanca en la que se producen conexiones de fibra entre las células nerviosas a través de las cuales se transmiten las señales. Las alteraciones se han encontrado especialmente en el tálamo, el putamen y la ínsula, que son áreas que intervienen en el procesamiento del dolor y las emociones.
Los investigadores de la Clínica LWL de Medicina Psicosomática y Psicoterapia de la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania) analizaron las imágenes de resonancia magnética de 23 mujeres con fibromialgia y 21 individuos sanos que actuaron como grupo de control. “Uno de nuestros objetivos era averiguar si la direccionalidad de la difusión de las moléculas de agua difiere en ciertas áreas del cerebro, en otras palabras, si podemos identificar diferencias regionales en la transmisión de señales”, ha explicado Benjamin Mosch, uno de los líderes del estudio, que se ha publicado en Arthritis Research and Therapy.
Alteraciones asociadas a la percepción del dolor y el comportamiento
Los cambios en el volumen de la materia gris se encontraron sobre todo en la red del dolor del cerebro que se encarga de procesar y evaluar el dolor. “En ciertas regiones responsables de la inhibición del dolor, encontramos una disminución de la materia gris en los pacientes en comparación con los individuos sanos”, afirma Benjamin Mosch. “En los pacientes, el volumen de estas regiones se redujo significativamente”.
“Los cambios en el cerebro de pacientes con fibromialgia pueden no ser permanentes, pero pueden ser influenciados; en otras palabras, podrían ser reversibles”
También encontraron cambios en el tálamo relacionados con la transmisión de señales. Esta zona del cerebro desempeña una función importante en el procesamiento del dolor neuronal y las desviaciones de la sustancia blanca en pacientes con fibromialgia en comparación con las personas sanas del grupo de control indican que en los pacientes existe una conducción alterada de las señales de dolor.
Los investigadores también relacionaron los resultados de los cambios estructurales en el cerebro con las características de percepción y comportamiento de los participantes y comprobaron que la cantidad de disminución del volumen en varias áreas cerebrales relevantes está inversamente relacionada con la cantidad de dolor que percibían los pacientes.
Cuando analizaron la correlación entre la depresión o los niveles de actividad con el cambio en el volumen de ciertas regiones del cerebro observaron que el volumen del putamen se correlacionó negativamente con la manifestación de síntomas depresivos y positivamente con el nivel de actividad de los participantes. “Esto indica que los cambios en el cerebro pueden no ser permanentes, pero pueden ser influenciados; en otras palabras, podrían ser reversibles, por ejemplo, a través de una vida cotidiana activa”, concluye Benjamin Mosch.
Actualizado: 31 de mayo de 2023