Tener tos más de 8 semanas puede alertar de una enfermedad respiratoria
13/11/2023
La tos es un síntoma de afecciones como el resfriado, la gripe o el COVID-19, entre otras, pero cuando dura más de ocho semanas se considera tos crónica y casi siempre hay una causa concreta que la provoca, según señalan los expertos de Barcelona Respiratory Network (BRN), red dedicada al impulso de la investigación colaborativa en el ámbito de la salud respiratoria. En España, un reciente estudio muestra que la tos crónica afectaría a alrededor del 5,5% de la población.
El próximo año 2024 se empezará a comercializar el primer medicamento con una indicación específica para la tos crónica, que probablemente será de prescripción hospitalaria por neumólogos especializados en este trastorno, y por ello las personas que presentan tos que persiste más allá de ocho semanas deberán consultar a su médico de atención primaria para que realice el estudio inicial de la tos crónica y, si esta se mantiene, valore la posibilidad de derivar al paciente al neumólogo para completar el estudio.
Esto hace necesario que se establezca una comunicación adecuada entre los profesionales que favorezca un abordaje multidisciplinar de estos pacientes, ha destacado la Dra. Astrid Crespo, médica adjunta del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona e investigadora de Barcelona Respiratory Network (BRN). “La tos tiene un impacto muy significativo en la calidad de vida del paciente que la padece y de su entorno familiar y no se tiene conciencia de ello”. Tradicionalmente, se ha considerado que la tos crónica es un síntoma, cuando debe considerarse una enfermedad y su manejo es heterogéneo y debe abordarse desde distintos niveles asistenciales
Tos crónica, cómo se diagnostica y se trata
La tos se clasifica en tres categorías dependiendo de cuánto dure: tos aguda (con una duración inferior a tres semanas; tos subaguda, (persiste entre tres y ocho semanas); y tos crónica, que se mantiene más de ocho semanas, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que indica que la tos aguda es benigna y se puede deber a causas infecciosas, como los virus que afectan a las vías respiratorias altas, la sinusitis –que es la causa de la tos aguda en un 10% de los casos– y la neumonía, en un 8%.
Pero la causa más frecuente de la tos crónica –afirman desde el BRN– es la patología post-infecciosa, como es el caso del COVID-19, ya que un subgrupo de pacientes que contrajeron la infección por coronavirus y padecen COVID persistente llevan más de ocho semanas tosiendo y, por tanto, tendrían tos crónica. Esta tos secundaria a la infección por COVID-19 no sería contagiosa, pero serológicamente el paciente no habría eliminado del todo el virus.
No existe una prueba diagnóstica específica para diagnosticar la tos crónica, sino que al paciente se le realizan una serie de pruebas para descartar posibles causas –lo que se conoce como diagnóstico de exclusión– que difieren en función de la edad del paciente, ya que en aquellos más jóvenes es necesario descartar que se trate de alergia, rinitis o asma. En los más mayores se debe comprobar que la tos no esté asociada al reflujo gastroesofágico o la toma de antihipertensivos (en particular, los IECAS), lo que es bastante común.
En la actualidad, no hay fármacos específicamente indicados para la tos crónica, pero en los últimos 5-10 años se han desarrollado medicamentos específicos para los pacientes con tos crónica, entre los que hay que destacar los antagonistas de los receptores P2X3 que, a diferencia de los tratamientos actuales que tienen efectos secundarios y no van dirigidos al reflejo de la tos, actúan sobre nuevas vías periféricas que inhiben el reflejo de la tos, a través de un mecanismo que inhibe la activación de los canales de ATP, presentes en los nervios periféricos.
El primer fármaco con una indicación exclusiva para la tos crónica estará disponible en 2024. Este fármaco ha obtenido una respuesta de más de un 75% en ensayos clínicos
El primer fármaco con una indicación exclusiva para la tos crónica estará disponible en 2024. Este fármaco ha obtenido una respuesta de más de un 75% en ensayos clínicos de fase II y III, probablemente estará indicado tanto para la tos crónica refractaria (tos que persiste a pesar del tratamiento de las enfermedades crónicas subyacentes), como para la tos crónica idiopática (en la que no se ha identificado una causa subyacente después de un diagnóstico exhaustivo).
Actualmente, no existen herramientas para medir la gravedad de la tos en la práctica clínica. Por ello, la Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) está trabajando en un proyecto para unificar los criterios de estratificación de la tos crónica para que se pueda estratificar en diferentes grados de gravedad (leve, moderada y grave). “Debemos consensuar cuándo hay que derivar un paciente a un experto en este tema y aumentar el interés en esta patología, dándole la importancia que tiene, por la afectación que tiene en la calidad de vida del paciente”, insiste la Dra. Crespo.
En el ámbito de la investigación, se está trabajando en el estudio de enfermedades que se manifiestan en una edad tardía y que podrían debutar con tos crónica hasta 40 años antes, como es un tipo de ataxia específica llamada CANVAS (síndrome de ataxia cerebelosa con neuropatía y arreflexia vestibular bilateral) (estudio realizado en conjunto con los servicios de neurología, genética, digestivo y neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau).
Fuente: Barcelona Respiratory Network (BRN)
Actualizado: 13 de noviembre de 2023