Crean apósitos que desprenden biocidas naturales para tratar heridas

Algunas enfermedades, procesos quirúrgicos o accidentes pueden causar heridas tópicas que si no se tratan correctamente pueden infectarse y cronificarse, lo que hace que los tratamientos actuales sean ineficaces en ellas. Un equipo de investigadores del CIBER-BBN que pertenecen al Instituto Universitario en Nanociencia de Aragón (INA) de la Universidad de Zaragoza, han creado unos apósitos capaces de ir desprendiendo biocidas de origen natural en la zona en la que se colocan.

El descubrimiento se ha dado a conocer mediante un estudio científico, que se ha publicado en el European Journal of Pharmaceutics and Biopharmaceutics. En él se aplicaron apósitos con timol, un biocida natural presente en los aceites esenciales del tomillo y orégano, a cultivos bacterianos y en heridas tópicas en animales que fueron infectadas deliberadamente con Staphylococcus aureus, un patógeno que suele infectar las heridas y que está asociado a implantes cutáneos.

Los apósitos con el biocida timol tenia menos toxicidad local que la clorhexidina, el antiséptico más usado en heridas

Los resultados mostraron que este tipo de herramienta redujo la carga bacteriana de las heridas sin dañar las células de la piel, es decir, sin causar irritaciones o inflamaciones en el tejido adyacente. Además, observaron que estos apósitos tenían menos toxicidad local que la clorhexidina, el antiséptico local fungicida y bactericida más usado.

Menos riesgo de resistencia a antibióticos

Como principal ventaja de este descubrimiento los investigadores destacan que al reducir el número de bacterias de las heridas no es necesario que se administren antibióticos, lo que evitaría la alteración en la microbiota intestinal que producen y además reduciría significativamente el riesgo de desarrollar resistencia a los antibióticos, algo que preocupa especialmente a la comunidad sanitaria.

No obstante, es cierto que las dosis que se necesitan para eliminar la infección con el biocida timol son mayores que las equivalentes en antibióticos, pero, según explican, cualquier opción que reduzca el uso de antibióticos es preferible, pues los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), han predicho que en el año 2050 fallecerá más gente por infecciones asociadas a bacterias resistentes a antibióticos que por cáncer.