La posición del brazo al medir la tensión puede alterar el diagnóstico

Descubren que algunas de las posiciones del brazo más utilizadas durante la medición de la presión arterial pueden sobreestimar los resultados, lo que podría llevar a millones de diagnósticos erróneos de hipertensión, un hallazgo que destaca la importancia de seguir las guías clínicas.
Doctora tomando la tensión a un paciente

08/10/2024

Un estudio liderado por investigadores de la Johns Hopkins Medicine concluye que las formas comúnmente utilizadas para posicionar el brazo del paciente durante las pruebas para medir la presión arterial pueden sobreestimar significativamente los resultados y llevar a un diagnóstico erróneo de hipertensión, algo que puede ocurrir en millones de personas. Los resultados del trabajo se acaban de publicar en JAMA Internal Medicine.

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Los investigadores analizaron los efectos de tres posiciones distintas del brazo: el brazo apoyado en una mesa, el brazo sobre el regazo, y el brazo sin apoyo colgando al lado del paciente y descubrieron que el apoyo en el regazo sobreestimó la presión sistólica (el número superior en una lectura de presión arterial) en casi 4 mmHg, mientras que el brazo sin apoyo colgando la sobreestimó en cerca de 7 mmHg.

Estos hallazgos confirman que la posición del brazo tiene un impacto crucial en la precisión de las mediciones de la presión arterial, señala la Dra. Tammy Brady, vicepresidenta de investigación clínica en el Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y directora del programa de hipertensión pediátrica del Centro Infantil de Johns Hopkins. Los investigadores subrayan la importancia de seguir las guías clínicas, que recomiendan apoyar firmemente el brazo sobre una superficie como una mesa al tomar la presión arterial.

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La presión arterial elevada se diagnostica cuando la fuerza de la sangre que circula por los vasos sanguíneos es mayor de lo que se considera normal y que, según la Fundación Española del Corazón debería estar entre 120-129 mmHg para la presión arterial sistólica (máxima) y entre 80 y 84 mmHg para la diastólica (mínima). Si la hipertensión no se trata aumenta el riesgo de sufrir un derrame cerebral, un infarto de miocardio y otras complicaciones cardiovasculares graves.

Claves para medir correctamente la presión arterial

Debido a que la hipertensión puede no presentar síntomas evidentes –de hecho, se conoce coloquialmente a este problema de salud como el ‘asesino silencioso’– para su correcto control es esencial realizar pruebas frecuentes durante los chequeos rutinarios. En la mayoría de los casos, introducir cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, una dieta saludable y el ejercicio, junto con el uso de medicamentos, pueden ayudar a controlar la presión arterial.

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Las últimas guías de la Asociación Americana del Corazón recomiendan varios pasos clave para una medición precisa, entre ellos, usar un brazalete del tamaño adecuado, asegurar un buen apoyo para la espalda, mantener los pies planos en el suelo con las piernas descruzadas, y colocar el brazo en la posición adecuada, con el brazalete a nivel del corazón y el brazo apoyado en una mesa o escritorio.

A pesar de estas recomendaciones, los investigadores señalan que con frecuencia la presión arterial se mide con los pacientes sentados en una camilla, sin un apoyo adecuado para el brazo. En algunos casos, un sanitario o el propio paciente sostienen el brazo. En el nuevo estudio de Johns Hopkins, se reclutó a 133 adultos entre el 9 de agosto de 2022 y el 1 de junio de 2023. Los participantes, de edades entre 18 y 80 años, fueron asignados aleatoriamente a uno de seis grupos que variaban según el orden de las tres posiciones del brazo. Las mediciones se realizaron en una sola visita y se tomaron con un dispositivo digital de presión arterial, realizando tres series de mediciones con 30 segundos de diferencia entre ellas.

“Si se mide la presión arterial con un brazo sin apoyo y eso sobreestima en 6,5 mmHg podrías pasar de tener una presión sistólica de 123 a 130, o de 133 a 140, lo que ya se consideraría hipertensión en etapa 2”

Los resultados mostraron que las mediciones obtenidas con posiciones del brazo comúnmente utilizadas, como el brazo sobre el regazo o colgando sin apoyo, fueron significativamente más altas que cuando el brazo estaba apoyado sobre una mesa, que es la posición recomendada. Un brazo sobre el regazo sobreestimó la presión sistólica en 3,9 mmHg y la presión diastólica en 4,0 mmHg. Un brazo sin apoyo sobreestimó la presión sistólica en 6,5 mmHg y la diastólica en 4,4 mmHg.

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“Si se mide la presión arterial de manera consistente con un brazo sin apoyo y eso sobreestima en 6,5 mmHg, podrías pasar de tener una presión sistólica de 123 a 130, o de 133 a 140, lo que ya se consideraría hipertensión en etapa 2”, explica Sherry Liu, coordinadora de investigación en epidemiología en el Centro Welch para la Prevención y Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins y coautora del estudio.

Los investigadores advierten que estos resultados solo se aplican a las pruebas realizadas con dispositivos automatizados de presión arterial, y es posible que no se apliquen a otros tipos de dispositivos. Sin embargo, la Dra. Brady recalca que estos hallazgos sugieren que los profesionales deben prestar más atención a las mejores prácticas, y que los pacientes “deben abogar por sí mismos tanto en el entorno clínico, como al medirse la presión arterial en casa”.

Actualizado: 8 de octubre de 2024

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