Crean un gel que regenera neuronas cerebrales dañadas tras un ictus
24/05/2018
La capacidad del cerebro para recuperarse tras sufrir un ictus es limitada ya que, a diferencia de órganos como la piel o el hígado, el cerebro no desarrolla nuevas conexiones o vasos sanguíneos que sustituyan a los que han sido dañados, y el tejido destruido se absorbe y en su lugar queda un hueco que carece de vasos sanguíneos, neuronas o axones.
Para intentar resolver este problema, un equipo de científicos de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, ha creado un gel que ha demostrado su capacidad para regenerar las neuronas y los vasos sanguíneos de los cerebros de ratones tras un accidente cerebrovascular, y cuyos buenos resultados sugieren que esta técnica podría convertirse en una nueva terapia para los pacientes humanos.
El gel está impregnado con medicamentos que eliminan la inflamación y estimulan el desarrollo de vasos sanguíneos tras el ictus
Los investigadores diseñaron un gel que impregnaron con medicamentos que eliminan la inflamación –para evitar la aparición de cicatrices que impidieran la regeneración del tejido funcional– y estimulan el desarrollo de vasos sanguíneos, y que al inyectarse en la cavidad que había dejado el ictus imitaba las propiedades del tejido cerebral produciendo una estructura para el nuevo crecimiento.
Nuevas redes neuronales y mejoras en el comportamiento motor
Al cabo de 16 semanas observaron que en las cavidades del ictus del cerebro de los ratones había tejido cerebral regenerado que incluía nuevas redes neuronales, algo que hasta ese momento no se había conseguido. Además, la habilidad de los animales que disponían de nuevas neuronas para alcanzar la comida había mejorado, lo que indica una mejoría en su comportamiento motor.
Los autores del estudio, que se ha publicado en Nature Materials, desconocen cuál es el mecanismo exacto por el que se produjo esta mejoría, aunque Tatiana Segura, exprofesora de Ingeniería Química y Biomolecular en la UCLA y actualmente profesora en la Universidad de Duke (EE.UU.), y una de las expertas que ha colaborado en el trabajo, ha explicado que tal vez se deba a que los nuevos axones estén funcionando, o a que el nuevo tejido mejore el rendimiento del tejido cerebral circundante y sano.
En esta investigación se estudió la recuperación tras un accidente cerebrovascular agudo o en el periodo inmediatamente posterior, que en los ratones es de cinco días y en las personas de dos meses. El nuevo objetivo de estos científicos es comprobar si también es posible regenerar el tejido cerebral dañado por el ictus en los ratones mucho tiempo después de que se produzca la lesión, porque de ser así el método podría ayudar a los pacientes que permanecen con secuelas del ictus a largo plazo.
Actualizado: 4 de mayo de 2023