Día Mundial del Ictus: el 15% de los afectados tiene menos de 45 años

En el marco del Día Mundial del Ictus, expertos de la Sociedad Española de Neurología advierten que uno de cuatro españoles sufrirá un ictus a lo largo de su vida y que el 10-15% de todos los ictus se dan en personas menores de 45 años.
Persona joven sufriendo un ictus

27/10/2023

El 29 de octubre tiene lugar el Día Mundial del Ictus, un problema de salud del que cada año se producen más de 12,2 millones de nuevos casos en el mundo, según la World Stroke Organization, que estima que uno de cada cuatro adultos mayores de 25 años sufrirá un derrame cerebral en algún momento de su vida. La enfermedad cerebrovascular también es muy frecuente en España donde, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) cada año se producen entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el año pasado, más de 24.000 personas fallecieron por su causa y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad.

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Esto convierte al ictus en la primera causa de discapacidad en España –más de 360.000 personas tienen reconocida una discapacidad por haber sufrido un ictus– y que, tras el COVID-19, el ictus sea la segunda causa de muerte en mujeres en España y la tercera causa de mortalidad en ambos sexos. El objetivo del Día Mundial del Ictus es informar y concienciar a la población sobre esta enfermedad, dar a conocer sus factores de riesgo y cómo prevenirlos y cuáles son los síntomas de alerta ante los que solicitar atención médica urgente.

“Un ictus ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, ya sea debido a un coágulo sanguíneo (en estos casos se denomina ictus isquémico y supone más del 80% de los casos) o a una hemorragia (ictus hemorrágico). Y en ambos casos estamos hablando de una urgencia sanitaria que ante los primeros síntomas debe ser abordada sin dilación, ya que cuanto menos tiempo pase desde la aparición de los primeros síntomas hasta que pueda ser tratada, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad o reducir sus secuelas”, comenta la Dra. Mª Mar Freijo, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. “A pesar de ello, aún existe un alto porcentaje de la población que desconoce cuáles son los síntomas de esta enfermedad o cómo se debe actuar ante su aparición”.

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Cómo identificar un ictus: signos de alarma

Según datos de la SEN, en España, solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad, y que el Código Ictus, que es el sistema de atención sanitaria que se activa al llamar a emergencias con síntomas de ictus, solo se llega a utilizar en alrededor del 40% de los casos que se atienden actualmente en los hospitales españoles.

“Si no tomamos medidas, en los próximos 10 años en Europa aumentarán un 45% las muertes por ictus y un 25% el número de supervivientes de ictus con discapacidad”

“El Código Ictus, que se ha implantado en todas las CC.AA. para que los pacientes con un ictus lleguen lo antes posible al hospital, que a su llegada esté todo preparado para atenderles inmediatamente, y así reducir el tiempo que transcurre desde que se detecta que una persona tiene un ictus hasta que se empiece el tratamiento, ha demostrado su gran utilidad para salvar vidas y evitar discapacidad. Sin embargo, si los pacientes, o los familiares o personas que lo acompañan, no saben identificar correctamente que están sufriendo esta enfermedad o cómo deben actuar ante los primeros síntomas, difícilmente podrán beneficiarse de este sistema. Teniendo en cuenta que un ictus mata dos millones de neuronas cada minuto y que existe una ‘ventana terapéutica’ antes de que los tratamientos de los que disponemos dejen de ser efectivos, es fundamental que toda la población conozca en qué consiste en esta enfermedad y que sepa que cada minuto cuenta. Y más si tenemos en cuenta que el 25% de la población sufrirá un ictus a lo largo de su vida”, explica la Dra. Mª Mar Freijo.

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Por esa razón, desde la SEN han recordado cuáles son los síntomas ante los que es necesario llamar al 112, incluso cuando solo se experimente uno de ellos, o los síntomas desaparezcan a los pocos minutos:

  • Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara o en las extremidades.
  • Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
  • Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble, o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
  • Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.
  • Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

Controlar los factores de riesgo para prevenir el ictus

Los expertos de la SEN consideran imprescindible que la sociedad esté bien informada sobre la enfermedad porque se estima que los casos de ictus aumentarán un 35% en menos de 15 años. Aunque esto se asocia en parte al envejecimiento de la población porque la mayoría de los afectados son mayores de 65 años, aproximadamente el 10-15% de todos los ictus se dan en personas menores de 45 años y, de forma excepcional, también puede haber casos de ictus infantil.

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“Aunque la edad es un factor de riesgo para sufrir un ictus, también influyen otros factores que, en muchos casos, pueden ser modificables. Estimamos que hasta el 90% de los casos de ictus se podrían llegar a evitar simplemente controlando adecuadamente los factores de riesgo modificables de esta enfermedad. Por esa razón, el Día Mundial del Ictus también surgió con el objetivo de concienciar sobre la importancia de tratar de prevenir esta enfermedad”, destaca la Dra. Mª Mar Freijo.

El principal factor de riesgo para experimentar un ictus es padecer hipertensión, y otros que también influyen son el tabaquismo, una vida sedentaria, una dieta inadecuada, la obesidad, el alcoholismo el consumo de drogas, la predisposición genética, el estrés, el exceso de colesterol, o sufrir enfermedades como fibrilación auricular o diabetes, muchos de los cuales es posible modificar o controlar.

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“A pesar de que en los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento de esta enfermedad, con la aparición de nuevos procedimientos y fármacos y la implantación cada vez mayor de Unidades de Ictus, que han conseguido mejorar sustancialmente su pronóstico, la mayor herramienta que tenemos actualmente para combatir el ictus es la prevención. Si no tomamos medidas, en los próximos 10 años en Europa aumentarán un 45% las muertes por ictus y un 25% el número de supervivientes de ictus con discapacidad. Teniendo en cuenta que, en el 40% de los casos, el ictus deja importantes secuelas que impiden a los pacientes la realización de actividades cotidianas, lo que ya genera un coste no sanitario superior a los 6.000 millones de euros anuales en Europa, en días como hoy es importante recalcar que está en manos de todos reducir el impacto de esta enfermedad”, concluye la Dra. Mª Mar Freijo.

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Fuente: Sociedad Española de Neurología (SEN)

Actualizado: 27 de octubre de 2023

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