Las personas con sangre del tipo A tienen mayor riesgo precoz de ictus

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) dañan el cerebro y pueden provocar discapacidad, por lo que constituyen una urgencia médica; de hecho, en España disponemos de un sistema de atención sanitaria urgente, el código ictus, que se activa al llamar a emergencias para salvar la vida del paciente y prevenir secuelas.

Existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades de tener un ictus, y ahora un nuevo estudio ha descubierto que el grupo sanguíneo puede ser uno de ellos, ya que ha encontrado que las personas con sangre de tipo A tienen un 16% más riesgo de sufrir este problema de salud antes de los 60 años, que las que tienen otros tipos de sangre. Por el contrario, los individuos con sangre tipo O tenían un 12% menos riesgo de ACV, incluido el accidente cerebrovascular isquémico de aparición temprana.

El objetivo de la investigación, que se ha publicado en Neurology, era identificar la influencia de variantes genéticas comunes en el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico de aparición temprana, y para ello se realizó un metanálisis que incluía 16.730 casos de accidente cerebrovascular isquémico en adultos menores de 60 años y datos de otros 599.237 individuos sin accidente cerebrovascular que sirvieron como grupo de control y procedían de 48 estudios diferentes.

Factores de riesgo de ACV modificables: tabaquismo e hipertensión

El Dr. Braxton D. Mitchell , autor del estudio y profesor de los Departamentos de Medicina y Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Maryland, ha explicado en declaraciones a Medical News Today: “Comparamos las diferencias genéticas entre 16.730 adultos jóvenes con accidente cerebrovascular isquémico y casi 600.000 controles sin accidente cerebrovascular y encontramos diferencias significativas entre los dos grupos en la frecuencia de variantes genéticas que codifican para el grupo sanguíneo ABO. Específicamente, los casos tenían más probabilidades que los controles de tener variantes que codificaban para el grupo sanguíneo A y menos probabilidades de tener variantes que codificaban para el grupo sanguíneo O”.

“Los grupos sanguíneos pueden etiquetar una mayor susceptibilidad a un accidente cerebrovascular de inicio temprano, tal vez al aumentar la susceptibilidad a la trombosis”

El Dr. Mitchell ha añadido que “los resultados indican que los grupos sanguíneos pueden etiquetar una mayor susceptibilidad a un accidente cerebrovascular de inicio temprano, tal vez al aumentar la susceptibilidad a la trombosis”. Aunque los resultados de la investigación indican que el tipo de sangre podría constituir un factor de riesgo de ACV en las personas más jóvenes, el Dr. Mitchell advierte que “por el momento, el grupo sanguíneo no tiene implicaciones para la atención preventiva”.

“El riesgo de accidente cerebrovascular debido al tipo de sangre es menor que el de otros factores de riesgo que conocemos, como el tabaquismo y la hipertensión”, ha afirmado este especialista, que añade: “Estaría mucho más preocupado por estos otros factores de riesgo, especialmente porque pueden ser modificables”.

Y es que mientras que la edad y la genética no se pueden modificar, sí se pueden hacer cambios en el estilo de vida para prevenir el ictus, como dejar de fumar, llevar una alimentación equilibrada y saludable como la dieta mediterránea y practicar ejercicio con regularidad. 

El Dr. Mitchell ha dicho que el próximo paso en el estudio es evaluar cómo el tipo de sangre interactúa con otros factores de riesgo conocidos para aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular. “Puede haber un subconjunto de personas en las que, si tiene el tipo de sangre A y tiene algunos de estos otros factores de riesgo, es posible que tenga un riesgo particularmente alto”, concluye.