Novedosa forma de tratar el ictus favorece la recuperación sin secuelas
11/02/2022
Un cambio en la forma de tratar el ictus isquémico mejora significativamente el pronóstico de la enfermedad, ya que incrementa hasta un 59% las posibilidades de que el paciente experimente una buena recuperación sin secuelas a los tres meses de recibir la terapia, según ha mostrado un nuevo estudio coordinado por investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS, de Barcelona y que se ha publicado en JAMA Network. En concreto, se trata de cambiar el momento en el que se administra un fármaco fibrinolítico, que facilita la disolución de los trombos y el restablecimiento del flujo sanguíneo y que ya se emplea para tratar el ictus isquémico. El hallazgo va a servir de base para modificar el tratamiento del ictus isquémico en todo el mundo.
El ictus isquémico –que constituye el 85% de los casos de ictus– se debe a la obstrucción de un vaso sanguíneo que lleva la sangre al cerebro y puede alterar de manera transitoria o permanente la función del área del cerebro afectada. Para preservar dicha función y que el paciente se recupere con las mínimas complicaciones posibles es fundamental restablecer cuanto antes la circulación sanguínea, ya que cada minuto que pasa mueren dos millones de neuronas. Por ello, los tratamientos que permiten recuperar el flujo sanguíneo deben utilizarse hasta 24 horas después del ictus.
El fármaco ayuda a deshacer trombos pequeños tras la trombectomía
El doctor Arturo Renú, responsable del ensayo en el Hospital Clinic, ha explicado que el tratamiento a los pacientes de ictus consistía en administrar un fármaco y luego realizar una trombectomía mecánica, un tipo de tratamiento que consiste en introducir un catéter por la arteria femoral a través del cual se lleva un stent hasta la arteria obstruida para capturar y extraer el trombo.
“Si se administra el fármaco antes y después del cateterismo pasamos a un 59% de pacientes que a los tres meses pueden estar sin secuelas”
“El cateterismo funcionaba –continúa el experto– pero solo el 27% de los pacientes lograban a los tres meses estar libres de secuelas”. El nuevo estudio demuestra que “si se administra el fármaco antes y después del cateterismo pasamos a un 59% de pacientes que a los tres meses pueden estar sin secuelas”. “El fármaco va directamente a las arterias del cerebro afectadas” y su efectividad es mayor una vez se abre la arteria.
En la investigación han participado 121 pacientes que se dividieron de forma aleatoria en dos grupos, a uno de los cuales se le administró el tratamiento fibrinolítico (r-tPA) tras eliminar el trombo, y al otro un placebo. La eficacia del cambio en el tratamiento fue evidente, ya que el 59% de los pacientes que recibieron el fármaco tras la trombectomía no sufrieron secuelas ni discapacidad y pudieron llevar una vida independiente, en comparación con el 40% de los del grupo placebo, lo que significa una diferencia del 19% entre ambos grupos.
“Estamos dando un fármaco que se solía dar antes de la realización del tratamiento, a hacerlo después. Así, primero restablecemos la circulación en la arteria principal y después damos el fármaco, que es eficaz deshaciendo los trombos más pequeños”, destaca el Dr. Renú. Además, el fármaco ya está disponible en los hospitales por lo que el cambio de estrategia en el tratamiento se podrá poner en marcha de inmediato, aunque serán necesario realizar un estudio adicional con un mayor número de pacientes para que el nuevo procedimiento sea validado y se pueda incluir en las guías clínicas.
Actualizado: 5 de mayo de 2023