Un nuevo fármaco podría limitar el daño del corazón tras un ataque
12/03/2019
El infarto de miocardio se produce cuando un coágulo sanguíneo bloquea una de las arterias coronarias que riegan el corazón. Este órgano se ve entonces privado de oxígeno y nutrientes y el músculo cardíaco produce signos de estrés que conducen a la muerte de las células. A consecuencia de ello el corazón no puede bombear adecuadamente y los supervivientes sufren insuficiencia cardíaca, una enfermedad con síntomas que les incapacitan para realizar tareas de su vida cotidiana.
Ahora, investigadores del National Heart and Lung Institute del Imperial College London han realizado un estudio, que se ha publicado en Cell Stem Cell, en el que han empleado células madre para cultivar tejido cardíaco y simular un ataque al corazón, y han conseguido bloquear las señales químicas en el músculo cardíaco que conducen a la muerte celular y provocan un daño en el corazón.
El equipo de científicos había descubierto que una proteína denominada MAP4K4 desempeñaba una función clave en la muerte de las células del músculo cardíaco en respuesta al estrés generado por el ataque al corazón, y habían desarrollado un fármaco dirigido a esta proteína que tiene el potencial de reducir hasta un 60% los daños que se producen tras el infarto en pruebas realizadas con ratones.
Evitar la muerte de las células del músculo cardíaco
Potenciales tratamientos para evitar la muerte del músculo cardíaco no han sido efectivos en ensayos clínicos previos, pero los autores del nuevo trabajo creen que dirigirse a esta nueva proteína y comprobar si los resultados obtenidos en el tejido cardíaco cultivado a partir de células madre se pueden extrapolar a ensayos clínicos con pacientes que han sufrido un ataque al corazón podría tener éxito.
De hecho, Michael Schneider, que ha dirigido la investigación en el British Heart Foundation Centre of Regenerative Medicine, ha declarado que actualmente no existe ninguna terapia que aborde directamente el problema de la muerte celular en el músculo cardíaco, por lo que el medicamento que han desarrollado podría constituir una revolución en el tratamiento del infarto de miocardio.
Se espera que puedan convertir este tratamiento en una inyección que se pueda administrar en las horas siguientes a un infarto para minimizar el daño cardíaco
El experto añade que una de las razones por la que los fármacos han fallado en los ensayos clínicos puede ser que no han sido probados previamente en células humanas, y que probarlos tanto en dichas células como en modelos animales permitirá tener una mayor seguridad en su viabilidad.
Los investigadores esperan desarrollar este tratamiento y convertirlo en una inyección que se pueda administrar en las horas siguientes a un infarto para minimizar el daño cardíaco, o a los pacientes que se preparen para someterse a una angioplastia con globo, para abrir la arteria coronaria cuyo bloqueo ha causado el infarto, pero también han explicado que es necesario continuar investigando para perfeccionar los fármacos que tengan como objetivo MAP4K4 antes de comprobar si es posible administrárselos a los afectados por un ataque cardíaco.
Actualizado: 4 de mayo de 2023