El tamaño de la pupila indica la gravedad de la insuficiencia cardíaca

Un nuevo estudio ha descubierto que observar el área de la pupila ayudaría a identificar a los pacientes con problemas de corazón que tienen más probabilidades de ingresar en el hospital, o incluso de morir. En concreto, parece ser que en un paciente con insuficiencia cardíaca el tamaño de la pupila puede predecir el riesgo de fallecimiento o reingreso hospitalario.

La insuficiencia cardíaca se caracteriza por la incapacidad del corazón para bombear la cantidad de sangre que necesita el organismo para cubrir sus necesidades, y sus principales síntomas son la dificultad para respirar, la fatiga y la hinchazón de los miembros. Es una enfermedad grave que causa la muerte de hasta el 45% de los afectados que ingresan en el hospital en el año posterior a dicho ingreso, y la mayoría fallece en el plazo de cinco años.

Los pacientes del grupo de área de pupila grande tenían un 28% menos riesgo de mortalidad por todas las causas y un 18% menos riesgo de readmisión por insuficiencia cardíaca

Por ello es tan importante encontrar formas de identificar a los pacientes con un mayor riesgo de reingreso hospitalario o de muerte, según detalla el Dr. Kohei Nozaki, del Hospital Universitario Kitasato de Japón, y autor del estudio, que se ha publicado en ESC Heart Failure, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

La alteración de la función del sistema autónomo del organismo, que controla la frecuencia cardíaca, la digestión o la respiración, etcétera, es una de las razones por las que se agrava la insuficiencia cardíaca. Aunque esta función se suele evaluar midiendo los cambios en la frecuencia cardíaca, esto no resulta eficaz en los pacientes que padecen fibrilación auricular, una alteración del ritmo cardíaco frecuente en las personas con insuficiencia cardíaca, y el área de la pupila es otra manera de evaluar la función autónoma, que también se ha empleado en personas con párkinson y diabetes.

Medir el área de la pupila para predecir el riesgo de muerte

Los investigadores analizaron a 870 pacientes hospitalizados a causa de insuficiencia cardíaca aguda entre 2012 y 2017, que tenían una edad promedio de 67 años, y el 37% de los cuales eran mujeres, y les midieron el área de la pupila en los dos ojos al menos siete días después de su ingreso. Estas personas se pusieron gafas, y cuando habían transcurrido cinco minutos y sus ojos se habían adaptado a la oscuridad se tomaron fotos de los ojos.

Estas personas se dividieron en dos grupos de acuerdo al tamaño de su pupila; un grupo de área de la pupila pequeña y otro grupo de área de la pupila grande, dependiendo de si su medida estaba por debajo o por encima de la mediana (16,6 mm2). Se siguió a estos pacientes para comprobar su muerte por cualquier causa –que constituía el principal criterio de valoración– y el reingreso en el hospital por insuficiencia cardíaca, comparando los resultados de ambos grupos.

Durante una mediana de seguimiento de 1,9 años, 131 pacientes murieron y 328 tuvieron que ingresar de nuevo en el hospital debido a la insuficiencia cardíaca, y al comparar los dos grupos se comprobó que la tasa de supervivencia de los del grupo de área de pupila pequeña era significativamente más baja, mientras que su tasa de reingreso hospitalario era significativamente mayor.

Obtener el área de la pupila es fácil y rápido, por lo que se podría introducir en la práctica clínica para mejorar la intervención con estos pacientes

Incluso teniendo en cuenta otros factores que pudieran influir en los resultados, como el IMC (índice de masa corporal) o la función renal, los pacientes del grupo de área de pupila grande tenían un 28% menos riesgo de mortalidad por todas las causas y un 18% menos riesgo de readmisión por insuficiencia cardíaca. El área grande de la pupila se relacionó de forma consistente con más probabilidades de supervivencia con independencia de la edad, el sexo y tener un ritmo cardíaco normal o fibrilación auricular.

Según ha explicado Nozaki, es fácil y rápido obtener el área de la pupila, por lo que se podría introducir en la práctica clínica para predecir el pronóstico de estos pacientes, y sus hallazgos sugieren que en aquellos con un área de pupila pequeña (menor de 16,6 mm2, por ejemplo) se podría priorizar la rehabilitación cardíaca con actividad física, que se sabe que mejora la función autónoma.