Nuevo tratamiento para dos tipos de cáncer no curativos

Científicos españoles desarrollan un tratamiento basado en inhibidores de la proteína ATR que abre el camino para poner fin a dos cánceres muy agresivos, la leucemia mieloide aguda y el sarcoma de Ewing.
Investigadora realiza pruebas en un laboratorio

El empleo de fármacos capaces de bloquear la ATR tendría efectos antitumorales sin apenas afectar a las células sanas.

Tras ocho años de trabajo, un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha hallado un nuevo tratamiento que podría abrir el camino para poner fin a tipos de cáncer muy agresivos, como es el caso de la leucemia mieloide aguda o el sarcoma de Ewing. La clave se encuentra en la inhibición de la proteína reparadora ATR, imprescindible para la reproducción de las células tumorales.

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Los resultados de la investigación, dirigida por el bioquímico español Óscar Fernández-Capetillo, han sido publicados en las revistas científicas americanas Science Signaling y Oncotarget, y reflejan que el empleo de fármacos que sean capaces de bloquear la ATR tendría efectos antitumorales sin apenas afectar a las células sanas, ya que éstas casi no sufrirían el estrés replicativo de las células cancerígenas, un tipo de daño en el ADN que necesita de la proteína reparadora para sobrevivir.

El tratamiento con bloqueadores de la proteína ATR ha demostrado ser altamente eficaz con tumores que en la actualidad no tienen tratamiento curativo

Los científicos se centraron en los tumores más agresivos y, por tanto, con mayor estrés replicativo, para saber qué cantidad de proteína CHK1 tenían (muy elevada en este tipo de cánceres), identificando dos tipos tumorales como los que contenían en mayor proporción esta proteína: la leucemia mieloide aguda (LMA) y los tumores de la familia del sarcoma de Ewing. Ambos afectan a niños y jóvenes (la LMA también a adultos) y tienen mal pronóstico en la actualidad.

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Para la LMA utilizaron ratones afectados por este tipo específico de cáncer, y llegaron a la conclusión de que los inhibidores de la proteína aumentaban la vida de los animales hasta seis veces. Los bloqueadores, a diferencia de la quimioterapia que se utiliza en la actualidad, funcionan con todos los tumores, incluidos los que carecen del gen P53, el “guardian del genoma”, encargado de detener la mutación celular. En el caso del tumor maligno de Ewing, los inhibidores mostraron ser también altamente eficaces. 

A tenor de los resultados, la empresa químico farmacéutica Merck, la más antigua del mundo, trabaja en la actualidad para que el tratamiento sea una realidad a corto plazo para los pacientes afectados con este tipo de tumores.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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