Los casos y muertes por malaria aumentan por la pandemia de COVID-19
06/12/2021
La malaria afecta a más de 227 millones de personas cada año, especialmente a niños. Como cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elabora un informe en el que analiza la situación mundial de esta enfermedad parasitaria en el último año, y en esta edición ha puesto especial atención en el aumento de casos y muertes por paludismo debido a la pandemia COVID-19 que azota a todo el planeta.
Concretamente, la OMS ha contabilizado 14 millones más de casos de malaria en 2020 con respecto a 2019 (241 millones frente a 227millones) y una crecida de un 12% en las muertes, unas 69.000 más (627.000 frente a 558.000).
Y es que, justo al principio de la pandemia de coronavirus, la OMS ya había previsto una posible duplicación de las muertes por malaria en África subsahariana, la principal zona afectada por esta enfermedad. Sin embargo, estas alarmantes cifras por suerte no se han llegado a cumplir, aunque más que a la suerte habría que adjudicarlo a los esfuerzos de los países donde la malaria es endémica y a sus socios, que han intentando, en medida de lo posible, mantener los servicios asociados a la malaria.
Según el informe de la OMS, en 2020 ha habido 14 millones más de casos de malaria y 69.000 muertes más que en el año 2019
No obstante, aunque menos, sí se han visto interrumpidos los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento del paludismo, lo que ha derivado en este aumento de los casos y de las muertes como consecuencia de la enfermedad.
Según el nuevo informe de la OMS se redujo la asistencia ambulatoria y las pruebas de la malaria realizadas durante la fase inicial de la pandemia, y coincidieron más adelante con los picos de casos. En establecimientos de salud seleccionados y rastreados por el Fondo Mundial en 24 países de alta carga de la malaria, se encontró que 15 tuvieron reducciones de más del 20% entre abril y junio de 2019, en comparación con el mismo período de 2020. Los niveles de realización de pruebas de malaria mejoraron considerablemente en la última parte de 2020 y han continuado en 2021.
Se han distribuido el 72% de las mosquiteras tratadas con insecticidas
En cuanto a los tratamientos, informan de que los programas nacionales contra la malaria ofrecieron unos 48 millones menos de tratamientos combinados con artemisinina (TCA) en 2020 que en el año 2019. De los 65 países que contestaron a las encuestas de la OMS, 37 de ellos tuvieron entre el 5 y el 50% de interrupciones parciales en el acceso al diagnóstico y tratamiento, y 26 tuvieron poca o ninguna interrupción, es decir, menos del 5%.
Por último, la prevención también ha sufrido el revés de la pandemia de COVID-19, tanto es así que de 31 países que tenían previstas campañas para distribuir mosquiteras tratadas con insecticidas en 2020 solo 18 (58%) fueron capaces de completarlas, aunque la mayoría con retraso. Los 13 países restantes (42%) tuvieron que alargar sus campañas hasta 2021. A nivel mundial, la tasa de mosquiteras tratadas con insecticidas –que ayudan a evitar las picaduras del mosquito Anopheles–, distribuidas fue el 72% con respecto a las previstas.
La pandemia de COVID-19 todavía no ha terminado, y esto supone un gran desafío mundial, pero todavía lo es más para aquellos países que ya luchaban antes contra otras grandes enfermedades como la malaria. En su caso, se enfrentan a un triple desafío: mitigar el impacto sanitario provocado por el coronavirus, reducir las interrupciones de otros servicios esenciales –entre ellos los dirigidos a la malaria–, y manejar de manera efectiva la salud de sus poblaciones mientras los problemas económicos siguen afectando a las sociedades.
Todas estas cifras y la tendencia al alza podría cambiar en los próximos años tras la aprobación por la OMS de la primera vacuna contra la malaria que ha demostrado ser eficaz en niños. Mosquirix, que es como se llama el fármaco, es seguro y tiene una eficacia del 40%.
Actualizado: 5 de mayo de 2023