La obesidad empeora los sofocos y otros síntomas de la menopausia
22/06/2017
Los síntomas de la menopausia suelen ser molestos, pero lo pueden ser aún más si la mujer presenta sobrepeso u obesidad, tal y como ha demostrado un estudio brasileño que se ha publicado en la revista Menopause. Según la investigación son concretamente los sofocos, las sudoraciones nocturnas, las mialgias (dolores musculares), las artralgias (molestias articulares), y los problemas de la vejiga los síntomas que más empeoran cuando la mujer presenta sobrepeso u obesidad.
En el caso de los sofocos, por ejemplo, la razón de su empeoramiento podría deberse a que cuando el calor, que se genera a nivel central, se produce en una mujer con sobrepeso u obesidad, no puede disiparse tan bien como lo haría en una mujer delgada. Es decir, según el estudio, el tejido adiposo funcionaría como un aislante que atrapa el calor en el cuerpo. Algo que contradice a lo que tradicionalmente se pensaba.
El tejido adiposo funciona como un aislante que atrapa el calor en el cuerpo, por eso cuando el sofoco se produce en una mujer con exceso de peso, el calor no puede disiparse tan bien como lo haría en una mujer delgada
“Durante muchos años se creyó justo lo contrario, es decir, que el exceso de peso ayudaba a que los sofocos fueran más leves, debido a que el tejido adiposo refuerza el abastecimiento de estrógeno al organismo, una hormona que puede ayudar a rebajar la intensidad de estos síntomas”, afirma la investigadora principal del estudio, Lucía Costa-Paiva, de la Universidade Estadual de Campinas, en San Pablo (Brasil).
A mayor IMC, mayor intensidad de los sofocos
Para estudiar la relación entre la obesidad y la gravedad de los síntomas de la menopausia los investigadores realizaron unas encuestas a un total de 749 mujeres brasileñas de entre 45 y 60 años de edad. De todas ellas, 288 presentaban un Índice de Masa Corporal (IMC) por debajo de 25 (clasificado como peso saludable), 255 tenían un IMC entre 25 y 30 (clasificado como sobrepeso), y las 206 mujeres restantes mostraron un IMC de 30 o más (clasificado como obesidad). De este modo, los especialistas pudieron comparar los síntomas entre las voluntarias y, efectivamente, vieron que la intensidad de los sofocos aumentaba progresivamente con el incremento del IMC. Asimismo, se observó que las mujeres menopáusicas que padecían obesidad interrumpían más a menudo sus actividades laborales que las que presentaban un peso saludable.
Aunque bajar de peso es una recomendación muy saludable a nivel general en personas que padecen sobrepeso u obesidad, Susana Davis, investigadora de salud en las mujeres de la Monash University, en Melbourne (Australia), reconoce que este estudio, en el que ella no ha intervenido, no demuestra evidencia sobre que disminuir de peso reduzca los síntomas de la menopausia, “aún no se han hecho estudios clínicos sobre ello”, afirma.
La menopausia suele aparecer entre los 45 y los 55 años de edad, y en este periodo disminuye la producción de las hormonas estrógeno y progesterona por parte de los ovarios. Este hecho provoca que las mujeres padezcan los conocidos y molestos síntomas como sequedad vaginal, insomnio, o alteraciones del estado de ánimo, entre otros. Concretamente, según la citada investigación, un 57% de las mujeres de todo el mundo de entre 40 y 64 años de edad sufre sofocos, un 60% disfunción sexual, un 62% artralgias y mialgias, y un 50% dice padecer insomnio.
Actualizado: 4 de mayo de 2023