Revlimid, disponible como terapia de mantenimiento en mieloma múltiple
08/05/2018
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha aprobado la financiación de Revlimid, marca comercial de una indicación del fármaco lenalidomida, de Celgene, para su uso como primer y única terapia de mantenimiento en los pacientes con mieloma múltiple de nuevo diagnóstico a los que previamente se les haya realizado un trasplante autolólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH).
Por otro lado, su uso en terapia combinada está indicado para tratar a pacientes adultos con mieloma múltiple sin tratamiento previo que no son candidatos para un trasplante. Mientras que, Revlimid en combinación con dexametasona se indica en el tratamiento de pacientes adultos con mieloma múltiple que hayan recibido al menos un tratamiento previo.
Se estima que aproximadamente el 40% de todos los pacientes con mieloma múltiple podrán someterse a este tratamiento
El mieloma múltiple es un cáncer de la sangre que afecta a diversos órganos y que puede ser mortal. Afecta sobre todo a adultos mayores de entre 65 y 70 años de edad en el momento del diagnóstico, aunque también se puede manifestar en personas más jóvenes (30-40 años). Los tratamientos disponibles actualmente no curan la enfermedad, pero ayudan a prolongar la supervivencia y a mejorar la calidad de vida.
Mayor supervivencia del paciente libre de enfermedad
Los estudios que se han llevado a cabo con Revlimid antes de aprobarse la nueva indicación han durado alrededor de 10 años y han revelado que este fármaco consigue prolongar entre un año y medio y dos años la supervivencia del paciente libre de enfermedad hasta la recidiva, y aumenta más de dos años la supervivencia global. Se estima, además, que aproximadamente el 40% de todos los pacientes con mieloma múltiple podrán someterse a este tratamiento.
Como ha explicado Jesús F. San Miguel, director Médico de la Clínica Universidad de Navarra, la nueva terapia de mantenimiento supone un gran avance en el tratamiento del mieloma múltiple, ya que más de la mitad de los pacientes recaen entre dos y cinco años después del TAPH, y para alcanzar el objetivo de eliminar la enfermedad mínima residual (EMR) es necesario combinar las alternativas terapéuticas que resulten más eficaces, y que incluyen inducción, trasplante, consolidación y mantenimiento.
Actualizado: 10 de mayo de 2018