Descubren anomalías en los ojos causadas por el COVID-19
18/02/2021
La infección por coronavirus afecta principalmente al aparato respiratorio, especialmente a los pulmones, ya que puede provocar neumonía, pero también se ha relacionado con problemas de salud ocular como conjuntivitis, e incluso retinopatías que pueden conducir a la pérdida de visión, y con otras secuelas. Ahora, un nuevo estudio en el que se han obtenido imágenes por resonancia magnética (IMR) ha descubierto anomalías significativas en los ojos de algunos pacientes que han desarrollado una forma grave de la enfermedad.
La investigación se ha publicado en Radiology y ha sido realizada por la Sociedad Francesa de Neuroradiología, que sometió a exámenes de IRM a 129 pacientes con COVID-19 grave para averiguar en qué consistían dichas anomalías y con qué frecuencia se presentaban. Se observó que nueve de estas personas (el 7%) tenían anormalidades en el globo ocular. Ocho de estos pacientes habían estado ingresado en la UCI y al examinarlos con IRM se encontraron uno o más nódulos en la región macular, la zona situada en el fondo del ojo que se encarga de la visión central; en ocho casos los nódulos aparecían en los dos ojos.
Posibles causas de las lesiones oculares por COVID-19
Los investigadores señalan que no han averiguado aún cómo se forman esos nódulos, pero que podrían estar vinculados a la inflamación que provoca el SARS-CoV-2. Otra de las hipótesis que manejan es que la causa podría estar en el drenaje inadecuado de las venas de los ojos que se ha observado en los pacientes que se encuentran en la UCI boca abajo o intubados. De hecho, siete de los pacientes en los que detectaron anormalidades oculares habían permanecido en esa posición largos periodos en la UCI.
Seis de los nueve pacientes con nódulos oculares tenían obesidad, dos diabetes y otros dos hipertensión arterial
Los resultados de la investigación confirman los de estudios anteriores que señalaban que el COVID-19 puede tener consecuencias más graves y variadas en las personas que padecían previamente otras enfermedades, porque seis de los nueve pacientes con nódulos oculares tenían obesidad, dos diabetes y otros dos hipertensión arterial.
Los hallazgos sugieren que sería conveniente realizar un examen ocular a los pacientes con COVID grave –incluyendo la IRM de alta resolución– para detectar precozmente problemas en los ojos y administrar el tratamiento adecuado. Otras pruebas que se recomiendan en estos casos son la fundoscopia o examen de fondo de ojo y la tomografía de coherencia óptica, una técnica no invasiva con la que se puede examinar el nervio óptico y detectar posibles daños o alteraciones.
Actualizado: 5 de mayo de 2023