En desarrollo un espray que podría reducir el riesgo de COVID-19
31/07/2020
La infección por SARS-CoV-2 se cree que comienza en las cavidades buco-faríngeas, y es por ello que se ha implantado el uso obligatorio de la mascarilla en prácticamente toda España. No obstante, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han dado un paso más allá y están desarrollando un espray bucal antiviral que podría reducir el riesgo de contagio.
Este producto está basado en biomoléculas –concretamente polisacáridos– que simulan la superficie celular donde se adquiere el virus; de esta manera puede atraparlo y detener la infección. Unas pulverizaciones en la boca con este espray permitirán crear una barrera protectora en la que el coronavirus quede retenido y pierda su capacidad infectiva.
Unas pulverizaciones bucales del spray podría crear una barrera protectora frente al coronavirus, desactivándolo para que no llegue a infectar los pulmones
Alfonso Fernández Mayoralas y Julia Revuelta, del Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC) y líderes del proyecto, han dado a conocer que incluso en el caso de pacientes ya infectados, el uso del espray en desarrollo podría neutralizar las partículas virales que provienen de la replicación en células infectadas en esta fase incipiente. Con ello se conseguiría inhibir la propagación de la infección a los pulmones y, por tanto, reducir la gravedad del COVID-19.
Cómo funciona el espray contra el coronavirus
Revuelta ha explicado que al igual que ocurre con otras familias de virus, el SARS-CoV-2 usa carbohidratos que están en la superficie de las células epiteliales para fijarse y avanzar en la infección, concretamente se adhiere a los polisacáridos de tipo sulfato de heparano –de estructura similar al anticoagulante heparina– a través de la proteína spike que es la glicoproteína que recubre el virus, antes de unirse al receptor celular ACE2.
El espray no es más que una copia de esos polisacáridos que mimetizan los sulfatos de heparano para hacerle creer al virus que se trata de la superficie celular. Este tipo de trampa es conocida como trampa señuelo y se trata de engañar al virus para poder atraparlo y neutralizarlo. Ahora queda que los investigadores confirmen que estas moléculas son capaces de detener la infección, ya que, si se confirma su eficacia, podrían poner en el mercado un antiviral de amplio espectro –pues se puede utilizar para más tipos de virus– en un breve periodo de tiempo.
Actualizado: 5 de mayo de 2023