La cepa de coronavirus británica, 70% más contagiosa pero no más grave

El ministro británico, Boris Johnson, ha decidido confinar Londres y el sureste del país a causa del rápido incremento de casos de COVID-19 que estaban detectando, una gran proporción pertenecientes a un nuevo grupo filogenético único del SARS-CoV-2. Según ha declarado el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, el virus estaba “fuera de control”. Esta nueva cepa descubierta, que se conoce con el nombre de linaje B.1.1.7, ha hecho que los principales países europeos cancelen sus vuelos con Reino Unido. Ante la alarma y expectación generada, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades ha salido hoy lunes al paso para aclarar que la variante del coronavirus que se ha detectado en Reino Unido es un 70% más contagiosa, pero no parece causar una enfermedad más grave.

El descubrimiento de la elevada capacidad de transmisión de esta nueva cepa del SARS-CoV-2 ha provocado que se hayan suspendido numerosos vuelos y que hasta 23 países europeos (20 de la Unión Europea) hayan cerrado las entradas y salidas con el Reino Unido, una postura a la que también se acaban de sumar España y Portugal. España, donde ya se habían reforzado las pruebas PCR en puertos y aeropuertos a los viajeros procedentes del país, y que intensificará además el control fronterizo en Gibraltar, sí permitirá la entrada de ciudadanos españoles o residentes en España.

Boris Johnson ha confinado Londres y el sureste del Reino Unido a causa de la nueva cepa porque, según ha declarado, el virus estaba “fuera de control”

Francia ha solicitado nuevos protocolos sanitarios en la UE para restablecer el tráfico con el Reino Unido “en las próximas horas” y las autoridades europeas se encuentran reunidas para acordar una posición común. En América, los Gobiernos de Argentina, Chile, Colombia y Perú también han cancelado sus conexiones con el Reino Unido. Canadá y la India, entre otros países del mundo, también han suspendido sus vuelos.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha afirmado que la vacuna “es efectiva también con la nueva cepa, pero ha advertido que España puede encontrarse al “inicio de la tercera ola” tras constatar “con toda claridad” el cambio de tendencia respecto al “doblegamiento de la curva”, y ha pedido “cumplir estrictamente” con las medidas estipuladas por las autoridades sanitarias, añadiendo que no descartan restringir las medidas durante la Navidad. De hecho, dos de cada tres españoles creen que el Gobierno debería adoptar medidas más exigentes para frenar la pandemia por COVID-19, según la encuesta publicada este lunes por el CIS.

Mutaciones del coronavirus y sus riesgos

Los virus evolucionan de forma natural según se van propagando por la población, aunque no todos mutan igual, y por ejemplo el de la gripe si varía de una temporada a otra y por eso se necesitan diferentes vacunas que no protegen contra todos los virus. En el caso del SARS-CoV-2 se han identificado numerosas variantes desde que se detectó por primera vez en China.

Una cepa ligeramente modificada puede convertirse en la más común en un país o región, aunque lo más preocupante es que las variantes provoquen una enfermedad más grave, o la mutación del virus cambie las proteínas en su superficie y esto facilite que escape al sistema inmune o a las vacunas que se han creado para combatirlo.

Algunas de las mutaciones de la cepa británica están en la proteína espiga que usa el coronavirus para unirse a las células e infectarlas

En declaraciones a la BBC un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la cepa fue identificada en el sureste de Inglaterra en septiembre y ha estado circulando en el área desde entonces. Patrick Vallance, el principal asesor científico del gobierno británico, ha afirmado que la cepa “se mueve rápido y se está convirtiendo en la variante dominante”, y es la responsable de más del 60% de las infecciones que se han producido en Londres en diciembre.

La cepa también preocupa a los científicos porque tiene muchas mutaciones, casi dos docenas, y algunas están en la proteína espiga que usa el virus para unirse a las células e infectarlas. Aunque la posibilidad de que las nuevas cepas sean resistentes a las vacunas que se han desarrollado para prevenir la infección por coronavirus es baja, no es “inexistente”, según explicó el Dr. Moncef Slaoui, el principal asesor científico para la distribución de vacunas del gobierno de Estados Unidos en el programa “State of the Union” de CNN.