La OMS usará letras griegas para nombrar las variantes del coronavirus

Los virus van cambiando con el tiempo, surgiendo variantes que en algunas ocasiones genera cambios en sus características. Esto es lo que ha pasado con el SARS-CoV-2, el coronavirus que causa el COVID-19, que ha ido mutando en variantes que han puesto en jaque a la salud pública mundial y a las que se ha ido bautizando –de cara a la opinión pública– con el nombre del país en el que eran detectadas por primera vez (variante india, brasileña, sudafricana, india…). Ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido que usará las letras del alfabeto griego para denominar dichas variantes.

Lo que pretende la OMS con este cambio es que no se denomine a las variantes por los lugares donde se detectaron por primera vez, que se suele hacer cuando no se conoce o no se recuerda la nomenclatura científica. Esto resulta estigmatizante y discriminatorio, por lo que la OMS recomienda a las autoridades nacionales, a la población y a los medios de comunicación que se usen estas nuevas etiquetas.

La idea de las nuevas etiquetas de las variantes del COVID-19 es que la gente pueda recordarlas con facilidad, y se evite la estigmatización de los lugares donde se detectaron

Esta decisión se toma después de que a finales del 2020 se empezase a caracterizar las variantes del SARS-CoV-2 mediante las nomenclaturas de GISAID, Nextstrain y Pango. Esto ayudaba a priorizar el monitoreo y la investigación global, además permitir informar de los cambios en la pandemia de COVID-19.

Diferencias entre Variantes de Preocupación y Variantes de Interés

Sin embargo, los expertos de la OMS creen que esta nomenclatura es demasiado técnica para la población general, por lo que anunciado que empezará a referirse a las variantes del virus con letras griegas, como Alfa o Beta, para que la población pueda entenderlo, decirlo y recordarlo de manera más sencilla. Aunque la nomenclatura anterior seguirá siendo usada por los científicos.

Las variantes del SARS-CoV-2 se están dividiendo en dos grupos, la llamada Variante de Preocupación (VOC) y la Variante de Interés (VOI). Las incluidas en VOC son las que han demostrado un aumento de la transmisibilidad, virulencia, cambio en la presentación clínica de la enfermedad o una reducción en la eficacia de las medidas sociales, de diagnóstico o de las vacunas.

En este grupo se encuentra la variante de Reino Unido de septiembre de 2020, ahora llamada Alfa (Alpha), la sudafricana descubierta en mayo del 2020, que pasa a ser Beta, la de Brasil de noviembre del año pasado, se denominará Gamma, o la preocupante variante india, rebautizada como Delta.

Por su parte, las VOI se caracterizan porque su genoma tiene mutaciones con implicaciones fenotípicas, se ha identificado que causa transmisión comunitaria, detectándose en varios países, o ha sido evaluada por el Grupo de Trabajo de Evolución del Virus del SARS-CoV-2 de la OMS como VOI. En este colectivo se encuentra la variable Norteamericana (Epsilon), la de Brasil de abril de 2020 (Zeta), la de Filipinas de enero de 2021 (Theta) o la India de octubre del año pasado (Kappa).