Las variantes del SARS-CoV-2 elevan el riesgo de hospitalización y UCI
30/04/2021
Se ha especulado mucho sobre si las nuevas variantes del coronavirus, especialmente las más prevalentes, como la detectada en Reino Unido (B.1.1.7), Sudáfrica (B.1.351) y Brasil (P.1), así como la nueva cepa denominada 'doble mutante' identificada en India recientemente, serían más contagiosas, más graves, o incluso más letales, que la que desencadenó la pandemia por COVID-19. Ahora, un nuevo estudio del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) muestra que las nuevas variantes del SARS-CoV-2 incrementan el riesgo de ingreso hospitalario o en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en los pacientes de mediana edad.
En esta investigación se han estudiado las variantes británica, sudafricana y brasileña por ser las tres más habituales en Europa actualmente. Los científicos analizaron datos de más de 20.000 infectados con SARS-CoV-2 entre la semana 38 de 2020 y la semana 10 de 2021 en siete países europeos (Chipre, Estonia, Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal). Estos datos incluían información sobre el sexo, la edad, los síntomas, las enfermedades previas, el ingreso en el hospital y la UCI y las consecuencias de la enfermedad, como si el paciente sobrevivió o falleció.
Los pacientes con la variante británica del coronavirus tenían 2,3 más probabilidades de ser ingresados en la UCI, los de la sudafricana 3,3 más y los de la brasileña 2,2 más
Los resultaron mostraron que la variante británica del coronavirus incrementa en 1,7 veces el riesgo de ser hospitalizado, la brasileña un 2,6 y la sudafricana un 3,6. Respecto a las probabilidades de que el paciente tenga que ser ingresado en la UCI, los contagiados con la británica tienen un 2,3 más, los que tienen la sudafricana un 3,3 más y los que se infectaron con la brasileña un 2,2 más.
Se produjeron un total de 184 fallecimientos (2,2%) entre los pacientes con alguna de las tres variantes (B.1.1.7: 155; B.1.351: 17 y P.1: 12), en un rango de edad entre los 41 y los 99 años. Los análisis ajustados a las diferentes variables no mostraron un aumento en el riesgo de muerte.
Los autores del trabajo concluyen que sus hallazgos subrayan la necesidad de alcanzar cuanto antes unos elevados niveles de cobertura vacunal y de ceñirse a las medidas de salud pública que permitan reducir la incidencia del SARS-CoV-2 y prevenir la aparición de casos graves. Potenciar los test para detectar la infección y el trazado de contactos, centrándose especialmente en los infectados por alguna de estas tres variantes, son medidas que también reducen la propagación del virus.
Actualizado: 5 de mayo de 2023