Test y rastreo de contactos no bastan para frenar al coronavirus
19/08/2020
Realizar test masivos para identificar a los individuos infectados con el coronavirus y rastrear a todos los contactos de aquellos que hayan dado positivo son medidas clave para frenar la propagación del COVID-19, pero no resultan lo suficientemente efectivas a menos que se combinen con otras, según han advertido los autores de una nueva investigación publicada en The Lancet Infectious Diseases.
Esta estrategia de detección de los afectados y búsqueda de sus contactos puede reducir un 26% el número de reproducción del virus (RO) –que es el número de casos que se producen en una población, de media, por cada persona portadora del virus–, según afirman. Una conclusión a la que han llegado utilizando modelos matemáticos para examinar datos de estudios publicados anteriormente.
Algunos de los países que mantuvieron bajo control la expansión del SARS-CoV-2 ahora intentan evitar que el RO supere el 1
Cualquier cantidad por encima de 1 significa que la enfermedad continúa expandiéndose; mientras que por debajo de ese umbral a la larga acabaría agotándose. El hecho es que algunos de los países que mantuvieron bajo control la expansión del SARS-CoV-2 están ahora luchando para intentar evitar que el RO supere el 1.
En Francia, por ejemplo, durante la primera semana de agosto el RO rondaba el 1,33, de acuerdo con las autoridades sanitarias del país, pero los nuevos hallazgos constituyen un aviso, señala Nicholas Grassly, profesor del Imperial College's London School of Public Health y principal autor del trabajo, que ha explicado que sus resultados muestran que hacer pruebas y rastrear puede ayudar a reducir el RO, pero para ello sería necesario llevarlo a cabo de forma rápida y efectiva.
Los test y los rastreos deberían ser más rápidos y efectivos
Eso significa que las pruebas para detectar el SARS-CoV-2 se deberían realizar de forma inmediata en cuanto apareciesen los primeros síntomas del COVID-19 y que los resultados habrían de conocerse en un plazo máximo de 24 horas, y se identificase, además, al 80% de los infectados y de sus contactos. Sin embargo, muy pocos países –en particular Corea del Sur, Taiwan y Alemania– se han aproximado a estas directrices, y la mayoría todavía se encuentran bastante alejados.
El cribado semanal de los grupos de alto riesgo, como los trabajadores sanitarios o sociales, aunque sean asintomáticos, puede reducir la transmisión del coronavirus un 23% adicional
Así, en el caso de Francia, por lo general se tardan días en citar a las personas que tienen que hacerse una PCR nasal y, de media, transcurren 3,5 días hasta obtener los resultados, según los cálculos oficiales. En concreto, en los Estados Unidos y el Reino Unido estos retrasos pueden ser aún más prolongados.
La inmunidad de grupo que protege del SARS-CoV-2 no está próxima
El equipo de investigadores ha comprobado que el cribado semanal de los grupos de alto riesgo, como los profesionales que trabajan en el ámbito sanitarios y los cuidados sociales, independientemente de si manifiestan síntomas o no, puede reducir la transmisión un 23% adicional.
Los expertos aún no están seguros de cuál sería el porcentaje de la población que tendría que ser inmune al SARS-CoV-2 para prevenir que el virus continuase propagándose –una condición que se conoce como inmunidad de grupo–, sin embargo, se estima que sería necesario que entre el 50 y el 70% de los ciudadanos fuesen inmunes.
Es posible que en algunas de las zonas más duramente golpeadas por esta enfermedad infecciosa, como la ciudad de Nueva York o el norte de Italia, estén cerca de dichos niveles, pero a escala nacional los números aún son demasiado bajos, y el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan ha afirmado que el planeta no está cerca de alcanzar los niveles de inmunidad necesarios para parar el COVID-19.
Actualizado: 5 de mayo de 2023