Usan biochips que buscan vida en el espacio para detectar el COVID-19

Un equipo del CSIC desarrolla un método que detecta anticuerpos del coronavirus con precisión usando unos biochips diseñados para rastrear vida en otros planetas, que son capaces de unirse al SARS-CoV2 de forma específica.
Usan biochips que buscan vida en el espacio para detectar el coronavirus

18/06/2020

En las últimas semanas, con el avance de las fases de la desescalada por coronavirus, se ha incrementado el número de test rápidos serológicos que se han hecho para detectar la posible presencia de anticuerpos del virus SARS-CoV-2. Una nueva manera de detectar eficazmente los niveles de estas proteínas podría ser la utilización de unos biochips que fueron diseñados para rastrear vida fuera de nuestro planeta.

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Este proyecto –llamado SCOVAM (SARS-CoV-2 Antigen Microarray)– está siendo desarrollado por un equipo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Al parecer, estos biochips usan varias de las proteínas del coronavirus "para capturar los anticuerpos presentes en el suero sanguíneo que son capaces de unirse de forma específica al SARS-CoV2" –según explica Víctor Parro, del CAB (CSIC-INTA)– lo que podría mejorar la capacidad de detección de anticuerpos de la enfermedad y su fiabilidad frente a otros métodos empleados hasta ahora.

El biochip diseñado para buscar vida en Marte podría detectar anticuerpos del SARS-CoV-2 con una similitud del 91% con los resultados de un test rápido

El biochip está siendo desarrollado desde hace casi dos décadas por investigadores del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) mediante inmunoensayos fluorescentes e instrumentación para hallar rastros moleculares de vida en ambientes extremos, concretamente en Marte, y también en las profundidades del océano. Lo que se pretende ahora con este dispositivo es encontrar anticuerpos de tipo lgM e lgG en pequeñas muestras de sangre.

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Una prueba de anticuerpos más lenta, pero mucho más sensible

Este método basado en la detección por fluorescencia de los biochips es mucho más lento que los test rápidos que se están llevando a cabo en la actualidad, pues tardaría unas tres horas en dar resultados, sin embargo, los investigadores afirman que es mucho más sensible, lo que permitiría detectar una cantidad más pequeña de anticuerpos del COVID-19.

Las pruebas que han realizado sobre la efectividad del biochip para este uso concreto han determinado que tenía una coincidencia superior al 91% con los test comerciales, e incluso se dieron casos en los que corrigió falsos negativos obtenidos de la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR). “SCOVAM es una potente herramienta para estudiar la existencia de patrones antígeno-anticuerpo entre los sueros positivos e, incluso, para inferir las interacciones con mayor capacidad neutralizante. A su vez, podría ser usado como método de seguimiento de la efectividad de futuras vacunas”, concluye Parro.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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