El papel de los astrocitos en la lucha contra la obesidad
26/10/2016
La obesidad afecta, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2014, a 600 millones de adultos y a 41 millones de niños en el mundo, y es la causa de casi tres millones de muertes al año. Numerosos estudios tratan de buscar soluciones para frenar esta pandemia del siglo XXI, un tema que han debatido los expertos reunidos durante el 58º Congreso anual de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), celebrado en Málaga, en el que se ha hablado sobre el relevante papel que podrían cumplir los astrocitos en el tratamiento de la obesidad, algo que hasta hace unos años no se había considerado.
Fue en 2009, a raíz de una investigación realizada por científicos del Centro de Investigaciones Biomédicas Pennington (Estados Unidos), cuando se comenzó a plantear la posibilidad de que los astrocitos, unas células gliales que sirven de soporte para la unión de las neuronas, puedan jugar un importante papel como cooperantes de las neuronas en la regulación del consumo de los alimentos, debido principalmente a su localización en la primera línea de acceso a los nutrientes en el cerebro.
Diversos hallazgos señalan que los astrocitos también tienen un papel importante, junto a las neuronas, en la regulación del consumo de los alimentos, algo que puede servir como herramienta contra la obesidad
En este sentido, los resultados obtenidos en estudios recientes han constatado ya que los astrocitos tienen capacidad para dar respuesta a factores circulantes (lípidos, azúcar, hormonas) que ayudan a regular el metabolismo energético (función que hasta ahora sólo se asociaba a las neuronas). De esta forma, los astrocitos también tomarían parte activa en el transporte de estos factores circulantes por el cerebro, ayudando a las neuronas en su labor de equilibrar de forma eficiente gasto energético y consumo de alimentos.
Según la doctora Cristina García Cáceres, del Instituto de Diabetes y Obesidad del Centro Helmholtz de Múnich (Alemania), teniendo en cuenta este descubrimiento sobre el funcionamiento de los astrocitos, no sería extraño que estas células se viesen afectadas directamente por alteraciones propias de una dieta insana. Una influencia que podría afectar de forma directa a su correcto funcionamiento como informadores de las neuronas encargadas de mantener el equilibrio entre lo que consumimos y el gasto energético que realizamos.
Según la investigadora, el reto actual pasa por tratar de entender cómo las neuronas y los astrocitos se comunican entre sí para controlar el metabolismo energético. Estos últimos, merced a los nuevos descubrimientos, se perfilan ya como posibles objetivos de los científicos a los que abordar en la búsqueda de nuevos tratamientos contra la obesidad y la diabetes tipo 2.
Actualizado: 4 de mayo de 2023