Gen de la saciedad: hallan nuevo factor que influye en tener sobrepeso
21/07/2023
El sobrepeso y, sobre todo, la obesidad, pueden tener graves consecuencias para la salud porque contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer, entre otras, por lo que el exceso de peso se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial. Aunque una dieta inadecuada rica en grasas y azúcares, el sedentarismo y la predisposición genética se consideran las principales causas de la obesidad, la herencia no puede explicar por completo la propensión a engordar.
Ahora, un nuevo estudio realizado por científicos de Charité – Universitätsmedizin Berlin y publicado en Science Translational Medicine ha mostrado que un tipo de formateo del código de ADN en un gen relacionado con la sensación de saciedad está involucrado en un riesgo ligeramente elevado de exceso de peso corporal, al menos en las mujeres. Esta “marcación epigenética” se establece tempranamente durante la etapa embrionaria.
Aunque es cierto que la predisposición genética desempeña un papel clave, junto con el estilo de vida, la similitud del índice de masa corporal (IMC) en gemelos idénticos oscila entre el 40 y el 70%. Incluso los gemelos idénticos criados en diferentes familias todavía muestran la misma similitud significativa. Los científicos han identificado diversas variantes genéticas que influyen en el peso corporal de una persona y en sus probabilidades de desarrollar obesidad, pero incluso tomados en conjunto, no pueden explicar la heredabilidad que se ha observado. Por ello, los investigadores sospechaban que debían existir factores no genéticos adicionales que influyen sobre la propensión de una persona a aumentar de peso.
Qué influye en el “formateo” del gen de la saciedad
Los investigadores dirigidos por el Prof. Peter Kühnen, Director del Departamento de Endocrinología Pediátrica de Charité, acaban de identificar uno de esos factores que determinan la ganancia ponderal Sus hallazgos revelan, en concreto, que el riesgo de las mujeres de tener sobrepeso aumenta alrededor de un 44% si hay una cantidad especialmente grande de grupos metilo adheridos al gen POMC (pro-opiomelanocortina), que es responsable de la sensación de saciedad. Los grupos metilo son pequeñas unidades químicas que el cuerpo utiliza para marcar las letras en el código del ADN para activar o desactivar genes sin modificar la secuencia de letras en el ADN. En otras palabras, el efecto es muy parecido a resaltar una sección de un texto sin volver a escribir el texto en sí. Este tipo de “formateo de ADN” se conoce como marcado epigenético.
Al menos en teoría, las mujeres que corren un elevado riesgo de desarrollar obesidad debido a la metilación del gen POMC podrían recibir medicamentos para ayudarlas a perder peso
Los investigadores analizaron el “formateo” del gen POMC en más de 1.100 personas. Encontraron más grupos metilo unidos al gen de la saciedad en mujeres obesas con un IMC de más de 35, que en mujeres con un peso corporal normal. “Un aumento del 44% en el riesgo de obesidad es casi el mismo que el efecto que se ha observado también para las variantes genéticas individuales”, señala Kühnen. “En comparación, los factores socioeconómicos tienen un efecto mucho más fuerte. Pueden aumentar el riesgo por un factor de dos a tres. En cuanto a por qué el efecto de metilación solo aparece en las mujeres, aún no lo sabemos”.
El gen POMC se “formatea” en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario, como demostraron los investigadores al comparar los patrones de metilación en más de 15 conjuntos de gemelos idénticos y mellizos. Si bien el “formateo” del gen de la saciedad fue el mismo en la mayoría de los gemelos idénticos, apenas hubo correlación en los gemelos fraternos. “Esto indica que el marcado epigenético del gen POMC se establece poco después de que el óvulo y el espermatozoide se fusionen, antes de que el óvulo fertilizado se divida en dos embriones gemelos”, explica Lara Lechner, primera autora del estudio, que trabaja en el Departamento de Endocrinología Pediátrica. Esto significa que la etapa muy temprana del embarazo es crucial.
Pero ¿qué influye en la cantidad de metilación que sufre el gen de la saciedad y, por lo tanto, el riesgo de que una persona tenga sobrepeso? Estudios previos mostraron que la presencia o ausencia de ciertos nutrientes proporcionados por grupos metilo podría tener un efecto en los procesos epigenéticos. Estos nutrientes incluyen betaína, metionina y ácido fólico, que generalmente se absorben a través de la dieta de una persona. Un método recientemente desarrollado que involucra células madre humanas individuales permitió que estos científicos simularan en el laboratorio cómo se determina el patrón de metilación durante el desarrollo embrionario y cómo lo afectan los nutrientes.
“Por un lado, nuestros estudios y otros también muestran que el ácido fólico, la betaína y otros nutrientes tienen un efecto limitado en el grado de metilación”, señala Kühnen. “Hemos observado que el 'sistema de formateo del ADN' es muy estable en general, con células que compensan las fluctuaciones menores en el suministro de nutrientes. Por otro lado, hay indicios de que la variabilidad de este 'formateo' se desarrolla al azar. Eso significa que no es posible, al menos todavía no, influir externamente en si una persona tiene más o menos metilación en la región POMC”.
Fármacos para tratar la obesidad en individuos con mutación del gen POMC
Al menos en teoría, las mujeres que corren un elevado riesgo de desarrollar obesidad debido a la metilación del gen POMC podrían recibir medicamentos para ayudarlas a perder peso, tal como sugieren estudios iniciales de cuatro mujeres con obesidad severa y un hombre con este tipo exacto de “formateo” del gen de la saciedad.
Estos individuos recibieron un fármaco específico que frena la sensación de hambre y que ya ha sido aprobado para tratar a pacientes obesos con una mutación del gen POMC. Dentro de los tres meses posteriores al inicio del tratamiento, los cinco pacientes experimentaron menos hambre y perdieron un promedio de siete kilogramos, o alrededor del 5% de su peso corporal. Algunos de ellos continuaron el tratamiento y siguieron perdiendo peso.
“Estos hallazgos muestran, para empezar, que un gen POMC que ha sufrido cambios epigenéticos puede, de hecho, tratarse con medicamentos”, dice Kühnen. “Se necesitarán más estudios controlados de gran tamaño para demostrar si el tratamiento con este fármaco también sería efectivo durante un período más largo y, de ser así, qué tan efectivo y seguro es este tipo de tratamiento. Sin embargo, en general, un medicamento como este aún necesitaría ser solo una pieza de una estrategia de tratamiento holístico”.
Actualizado: 21 de julio de 2023