Las mujeres con obesidad multiplican por doce su riesgo de cáncer
22/01/2018
La obesidad multiplica por hasta doce veces el riesgo que tienen las mujeres de padecer algún tipo de cáncer, y cinco veces la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardiovascular, según las conclusiones de la investigación llevada a cabo por expertos del Hospital del Mar, en Barcelona. Además, según Albert Goday, autor del estudio, es la primera vez que se ha demostrado que la obesidad es un factor de riesgo de mortalidad en sí misma, y no solo asociada a otros trastornos como la hipertensión, la diabetes o el exceso de colesterol.
El estudio, publicado en Preventive Medicine, ha contado con la participación de 54.446 personas de entre 35 y 79 años procedentes de siete comunidades autónomas diferentes, de las cuales el 46,5% tenía sobrepeso y el 27,8% obesidad, que fueron analizadas durante diez años. Los resultados indicaron que tener una cantidad excesiva de grasa abdominal, incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cáncer, especialmente en las mujeres.
Se trata del primer estudio que ha calificado a la obesidad como una causa de muerte por sí misma, sin ligarla a otras enfermedades
Las hormonas femeninas aumentan el riesgo asociado a la obesidad
Los datos específicos indican que los hombres con obesidad tienen el doble de riesgo de desarrollar algún tumor maligno, pero no presentan probabilidades significativas de sufrir enfermedades cardiovasculares, mientras que las mujeres multiplican por 12 el riesgo de cáncer y por cinco el de problemas coronarios. Las causas que barajan los investigadores sobre esta diferencia por sexos se atribuye a las hormonas femeninas, que tienen la posibilidad de fomentar el cáncer de mama o de ovarios.
La explicación que se aporta sobre cómo la obesidad puede provocar estos graves problemas de salud es que la grasa ‘mala’ genera unas sustancias que promueven la creación de células neoplásicas –portadoras de anormalidades genéticas o epigenéticas– que a su vez desarrollan tumores malignos. Además, esta grasa causa una inflamación en el tejido que se encuentra debajo de ella, por lo que algunos de los genes en contacto que están en reposo se activan. Esta situación provoca que el sistema inmunológico no pueda hacer frente a la mutación celular del cáncer, por lo que la persona carece de defensas para combatir la enfermedad.
Actualizado: 4 de mayo de 2023