Aumenta el número de infectados por VIH entre los mayores de 50 años

Las conclusiones a las que se ha llegado en una investigación llevada a cabo por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades son claras: los diagnósticos del VIH en personas mayores de 50 años en Europa están aumentando cada año un 2,1% desde 2004, por lo que se ha alertado de la necesidad de crear conciencia y proporcionar más información y medios de protección, como la distribución de preservativos, para prevenir los contagios en este sector de la población.

Todos los datos obtenidos han sido publicados en la revista The Lancet e indican que se han registrado un total de 54.102 nuevos casos de sida en adultos con más de 50 años de edad entre 2004 y 2015. En el mismo periodo se contabilizaron 312.501 infecciones en personas de entre 15 y 49 años, una cifra que en el caso de ese grupo se ha mantenido estable durante los 11 años del estudio.

El 47% de los nuevos diagnósticos por sida en Europa se producen en una etapa avanzada de la enfermedad

El incremento que alarma a los expertos se ha observado en 16 de los 28 países de la Unión Europea, como en Alemania, donde los casos han crecido un 8,1% anual. Sin embargo, los países con las tasas más elevadas de diagnósticos del sida en adultos mayores en 2015 son Estonia, Letonia y Portugal, con 7,5; 7,17 y 7,15 por cada 100.000 habitantes, respectivamente.

La forma de contagio del VIH difiere en función de la edad

Preocupa mucho el hecho de que casi la mitad de los nuevos casos de sida en Europa, concretamente un 47%, se diagnostica cuando el estado de la enfermedad es avanzado, por lo que se incrementa el riesgo de mortalidad. Además, en el estudio se ha observado que la vía de contagio del VIH varía en función de la edad.

Así, en el sexo homosexual no hay diferencias entre edades, y se incrementan de la misma manera, mientras que en el caso de las personas heterosexuales y en la infección adquirida por el consumo de sustancias inyectables, se reducen los casos en los jóvenes y se mantienen estables en los adultos mayores.