Curan el VIH en una mujer con un novedoso trasplante de células madre
16/02/2022
Una mujer infectada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) –responsable del sida– ha logrado eliminar por completo el virus de su organismo tras aplicársele una nueva técnica que emplea las células madre presentes en la sangre de un cordón umbilical para tratar la leucemia que también padecía. El novedoso tratamiento, que se ha llevado a cabo en Estados Unidos, abre una vía de esperanza para la curación de una infección que afecta a alrededor de 38 millones de personas en todo el mundo, de las que alrededor del 73% reciben una terapia efectiva con fármacos antivirales.
En agosto de 2017 la paciente recibió las células madre del cordón umbilical de un individuo que tenía el gen que impide que el VIH se introduzca en células del cuerpo humano, y al cabo de tres años, en 2020, pudo suspender el tratamiento con antivirales porque en sus análisis de sangre no se encontraron rastros del VIH, ni se detectaron anticuerpos contra dicho virus, según ha explicado su médico, el Dr. JingMei Hsu, del Hospital Weill Cornell Medicine, en declaraciones a The New York Times. Un año y dos meses después, continúa sin mostrar rastros de VIH en sangre, ni anticuerpos contra el virus.
Se trata de la tercera persona en el mundo en la que se logra eliminar el VIH. Este caso se añade al de otros dos pacientes “en remisión” –los científicos no lo llaman curación–. El primero fue Timothy Brown, conocido como paciente de Berlín, que pasó 12 años sin VIH tras un trasplante de células madre, y que murió de cáncer en 2019. El segundo caso, también un varón, se dio a conocer en 2019. Un consorcio internacional en el que participó el centro de investigación IrsiCaixa de Barcelona identificó otro paciente que dejó de tomar los antirretrovirales tras un trasplante de células madre y lleva tres años y medio sin VIH detectable.
Una mutación genética que protege frente a la infección por VIH
El trasplante que recibió esta paciente, sin embargo, no fue exactamente igual que el de los otros dos. A los varones se les realizó un trasplante de médula ósea de donantes adultos que eran totalmente compatibles con sus perfiles inmunológicos y que tenían una mutación en el gen CCR5, que confiere resistencia ante la infección por VIH. Las células madre sanguíneas de la médula ósea del donante terminan por reemplazar a las del paciente, y actúan disminuyendo el tumor y proporcionando resistencia contra el VIH. La tercera paciente, en cambio, recibió sangre de cordón umbilical de un donante que también tenía la mutación beneficiosa, pero en su caso la compatibilidad con el donante era menor.
Como los efectos de la intervención pueden tardar meses en manifestarse, los médicos le hicieron a la paciente una transfusión de células madre de la sangre que le extrajeron a uno de sus parientes cercanos con el fin de mejorar las posibilidades de éxito de la terapia, y esto fue lo que probablemente fortaleció su sistema inmunológico hasta que el trasplante de sangre de cordón umbilical tuvo efecto, lo que además permitió disminuir el riesgo asociado a la intervención, según ha señalado Marshall Glesby, médico de la Universidad Cornell de Nueva York y miembro del equipo médico que atendió a la paciente, al periódico estadounidense. Por ello, mientras los dos hombres experimentaron importantes complicaciones tras el trasplante, la mujer pudo dejar el hospital a los 17 días de la intervención.
El trasplante de médula ósea, sin embargo, no es una alternativa viable para la mayoría de los individuos que se han infectado con el VIH, porque este tipo de intervención es muy invasiva y puede tener graves efectos secundarios. Estas son las razones por las únicamente se ofrece a los pacientes con cáncer para los que ya no quedan opciones disponibles.
Actualizado: 5 de mayo de 2023