Un factor genético influye en la pérdida de olfato o gusto por COVID
19/01/2022
La pérdida del sentido del olfato (anosmia) o del gusto (ageusia) son dos de los síntomas característicos del COVID-19 que se empezaron a detectar al inicio de la pandemia, aunque se desconocía por qué les ocurría a unas personas y a otras no. Un nuevo estudio ha encontrado que la posible respuesta a esta incógnita es un factor de riesgo genético que influye en las probabilidades que tiene una persona infectada por el coronavirus de perder el olfato o el gusto.
Según los científicos de la empresa biotecnológica estadounidense 23andMe que han llevado a cabo esta investigación el locus genético –zona específica donde se localiza un gen u otra secuencia de ADN en un cromosoma– situado en las inmediaciones de los genes UGT2A1 y UGT2A2 se asocia con un incremento del 11% en la probabilidad de desarrollar cualquiera de estos síntomas tras infectarse con el SARS-CoV-2.
Los investigadores comprobaron que los genes UGT2A1 y UGT2A2 codifican enzimas que se expresan en las células que se encuentran en el interior de la nariz e intervienen en la eliminación de los odorantes –sustancias que desprenden olor– que se unen a los receptores implicados en su detección.
Genes variantes aumentan las probabilidades de perder olfato o gusto
“No está claro cómo participan ambos genes en este proceso, pero dada su localización y función esencial, estos genes podrían desempeñar un papel en la fisiología de las células infectadas y el consiguiente deterioro funcional que contribuye a la pérdida de la capacidad olfativa”, han explicado los autores del estudio que se ha publicado en Nature Genetics.
Los resultados se obtuvieron tras llevar a cabo un estudio de asociación de todo el genoma (GWAS) de la pérdida del olfato o el gusto asociada al COVID-19, tras obtener datos autoinformados de más de 1 millón de participantes en la investigación de 23andMe y seleccionar posteriormente a las personas que habían dado positivo a la infección por SARS-CoV-2 e informaron de haber experimentado la pérdida del olfato o del gusto, lo que redujo la lista a 69.841 individuos (63% mujeres; 37% hombres) mayores de 18 años y residentes en Estados Unidos o Reino Unido.
“Estos genes podrían desempeñar un papel en la fisiología de las células infectadas y el consiguiente deterioro funcional que contribuye a la pérdida de la capacidad olfativa”
Compararon entonces regiones del genoma que se sabe que están asociadas con el gusto y el olfato en aquellos que refirieron haber perdido estos sentidos con los genomas de individuos no infectados, y hallaron una región en el cromosoma 4 localizada cerca de las variantes genéticas UGT2A1 y UGT2A2, que en ambos casos se habían relacionado previamente con el olfato y también con el metabolismo de los olores.
De esta forma pudieron comprobar que los participantes con los genes variantes tenían un 11% más probabilidades de experimentar pérdida del olfato o el gusto. Se desconoce, sin embargo, cómo interactúa el virus SARS-CoV-2 con las enzimas asociadas con los dos genes. Estudios anteriores han demostrado que el coronavirus infecta las células sustentaculares del epitelio olfativo, que intervienen en el procesamiento de los olores en el aire.
Por lo tanto, el próximo paso de los investigadores será observar las diferencias en las enzimas que producen aquellas personas que portan las variantes genéticas mencionadas para observar cómo interactúan con dichas células, tanto en condiciones normales, como cuando están infectadas con el coronavirus.
Actualizado: 5 de mayo de 2023