La OMS alerta de un aumento del riesgo de una nueva pandemia mundial
14/10/2024
Los recientes brotes del virus de Marburgo, el Mpox (antes conocido como viruela del mono) y la última cepa de gripe aviar (H5N1) son un recordatorio contundente de la vulnerabilidad de la humanidad ante las pandemias. Solo en 2024, ya se han registrado 17 brotes de enfermedades peligrosas y cada nuevo brote revela fallos en la planificación de la prevención de pandemias y en la capacidad global para responder a estos eventos.
Un nuevo informe del Consejo de Monitoreo de la Preparación Global (GPMB) destaca los numerosos riesgos que aumentan la posibilidad de nuevas pandemias. El informe, presentado en la 15ª Cumbre Mundial de la Salud en Berlín, identifica 15 factores clave que impulsan el riesgo de pandemias, clasificados en cinco grupos: social, tecnológico, ambiental, económico y político.
El GPMB, una iniciativa respaldada por la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial, se dedica a monitorear los factores de riesgo y supervisar la preparación global. El informe subraya la urgencia de comprender la vulnerabilidad mundial ante las amenazas y pide un cambio radical en el enfoque colectivo para la preparación ante pandemias.
Entre los principales riesgos mencionados se encuentran la falta de confianza entre países, la inequidad, la agricultura intensiva y la probabilidad de transmisión de enfermedades entre animales y humanos. Además, el informe destaca nuevos riesgos más allá de los tradicionales factores de salud.
La conectividad digital ha permitido a los científicos secuenciar y compartir datos de patógenos rápidamente, lo que agiliza las respuestas. Sin embargo, esta huella digital también deja a los sistemas de salud y a la sociedad expuestos a ciberataques, amenazas de bioseguridad y la rápida propagación de desinformación, todo lo cual aumenta el riesgo de una pandemia.
“La próxima pandemia no esperará a que perfeccionemos nuestros sistemas”, ha advertido Joy Phumaphi, Copresidenta del GPMB y ex ministra de Salud de Botsuana. “Debemos invertir ahora en sistemas de salud primaria resilientes y equitativos que puedan afrontar los desafíos del futuro”.
Responsabilidad colectiva de la prevención y respuesta a enfermedades
El informe describe los factores complejos e interdependientes que influyen en el riesgo de pandemias, pero también destaca que la disposición a construir flexibilidad en la respuesta, proteger de manera proactiva a la sociedad e invertir en esfuerzos colaborativos puede reducir significativamente el riesgo y mejorar la preparación.
Para protegerse de manera efectiva, todas las naciones deben fortalecer sus sistemas de salud, priorizar la protección social y garantizar que los servicios de salud esenciales estén disponibles para todas las comunidades, especialmente las más vulnerables. El PIB por sí solo no es una medida adecuada de resiliencia frente a una pandemia.
“Tenemos una ventana de oportunidad limitada para replantearnos la preparación global: evaluar riesgos que van más allá del sector salud y abordarlos de manera más proactiva, adaptándonos a cada contexto”
La preparación debe incluir estrategias que abarquen las interfaces de la salud humana, animal y ambiental. El informe llama a una mayor colaboración entre sectores para mitigar los riesgos asociados con las pandemias, reconociendo que la salud de un sector está intrínsecamente vinculada a la de los demás.
“Tenemos una ventana de oportunidad limitada para replantearnos la preparación global: evaluar riesgos que van más allá del sector salud y abordarlos de manera más proactiva, adaptándonos a cada contexto”, afirmó Kolinda Grabar-Kitarović, copresidenta del GPMB y ex presidenta de Croacia. “La vigilancia, la adaptabilidad y la colaboración deben definir nuestra preparación ahora, para que estén integradas en la respuesta”.
El informe ofrece un marco para que los responsables de políticas adapten las estrategias de salud existentes y mejoren las medidas de protección contra futuras pandemias. Esto incluye la revisión periódica de los planes de prevención y respuesta, asegurando que sean lo suficientemente flexibles para adaptarse a cualquier situación. La próxima pandemia no seguirá el mismo patrón que la COVID-19, y las lecciones aprendidas deben guiar, pero no definir, la preparación.
La resiliencia ante futuras emergencias sanitarias depende de la inversión en investigación y desarrollo, tecnología mejorada, infraestructura sanitaria equitativa y una comprensión más profunda de la naturaleza dinámica de todos los factores de riesgo pandémico. En un mundo interconectado, la comunidad global debe asumir la responsabilidad colectiva de la prevención y la respuesta a enfermedades, en lugar de considerar la preparación como una actividad a nivel individual de un país o sector.
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)
Actualizado: 14 de octubre de 2024