Así logran superabuelos de 80 mantener una memoria 30 años más joven

Los superagers son un excelente ejemplo de lo que constituye un envejecimiento activo y saludable, ya que estos octogenarios pueden recordar sin dificultad eventos y experiencias cotidianos de forma similar a personas que tienen 20 o 30 años menos. Por ello, analizar a estos superabuelos para comprender cómo han seguido manteniendo sus capacidades físicas y mentales a medida que cumplían años puede ayudar a encontrar las claves para prevenir enfermedades asociadas al envejecimiento como el párkinson, el alzhéimer y otras demencias. 

Por lo general, las funciones de la memoria se deterioran progresivamente con el paso del tiempo, sin embargo, los superagers de 80 años o más conservan una memoria de individuos que son décadas más jóvenes, es decir, que parecen evitar ese deterioro relacionado con la edad, según muestra un nuevo estudio realizado por investigadores españoles que se acaba de publicar en The Lancet Healthy Longevity.  

Sus resultados indican que estos superancianos tienen más probabilidades de ser más ágiles y presentar una mayor velocidad de movimiento, además de tasas más bajas de ansiedad y depresión que el resto de los ancianos. “Nuestros hallazgos sugieren que los superagers son resistentes a estos procesos, aunque las razones precisas aún no están claras. Al examinar más los vínculos entre el superenvejecimiento y la velocidad de movimiento, es posible que podamos obtener conocimientos importantes sobre los mecanismos que permiten la preservación de la función de la memoria hasta edades avanzadas”, ha explicado Marta Garo-Pascual, del Centro de Alzheimer de la Fundación Reina Sofía y principal autora del trabajo. 

Buena capacidad cognitiva, mayor agilidad y menos ansiedad 

El nuevo estudio estaba diseñado para ayudar a identificar indicadores tempranos de la enfermedad de Alzheimer. Es la cohorte del Proyecto Vallecas en Madrid que está compuesta por personas de 69 a 86 años sin trastornos neurológicos o psiquiátricos graves. Entre los 1.213 participantes de la cohorte reclutados entre 2011 y 2014 se identificaron 64 superagers y 55 adultos mayores típicos capaces de realizar correctamente varias tareas cognitivas, pero que no mostraron la capacidad de memoria de los superagers. 

El rendimiento de los superagers era como mínimo tan bueno como el de una persona promedio con el mismo nivel educativo y unos 30 años más joven 

Todos los superagers y adultos mayores típicos tenían 79,5 años o más. La mayoría de los superagers eran mujeres (38/64, 59%), al igual que la mayoría de los adultos mayores típicos (35/55, 64%). Ambos grupos fueron analizados mediante un test que se utiliza para evaluar la función de la memoria de las personas: Free and Cued Selective Reminding Test (FCSRT).  

Los resultados mostraron que el rendimiento de los superagers era como mínimo tan bueno como el de una persona promedio con el mismo nivel educativo y unos 30 años más joven, mientras que la actuación de los otros octogenarios se encontraba dentro de un rango normal para su edad y educación. A lo largo del estudio se hizo un seguimiento a los participantes de seis visitas al año, durante las que se registraron factores demográficos y de estilo de vida. 

También se sometió a los participantes a pruebas de resonancia magnética con el objetivo de medir el volumen de materia gris, además de otras pruebas clínicas. También se recogieron muestras de sangre para analizar biomarcadores de enfermedades neurodegenerativas y un factor de riesgo genético –ApoE4– relacionado con el alzhéimer. Se incluyó, asimismo, un modelo de aprendizaje automático informático con 89 variables demográficas, de estilo de vida y clínicas que permitió identificar factores asociados con los superagers. 

Las imágenes de resonancia magnética revelaron que los superagers tienen más materia gris –un tejido clave para la función cerebral normal– en zonas del cerebro que intervienen en la memoria y en el movimiento. Los investigadores comprobaron que el nivel de materia gris de estos superancianos en zonas cerebrales clave también se degeneró más lentamente en cinco años en comparación con los otros ancianos. Mediante el modelo de aprendizaje automático observaron que los factores más asociados con los superagers fueron la velocidad de movimiento más rápida y una mejor salud mental. 

Los superagers obtuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas que medían los niveles de ansiedad y depresión y los análisis de sangre revelaron que también tienen niveles más bajos de biomarcadores de neurodegeneración que los adultos mayores típicos. 

El estudio tiene algunas limitaciones, como han reconocido sus autores, y es que, al tratarse de un estudio observacional, no es posible afirmar si los factores reportados tienen algún efecto directo en el superenvejecimiento. Aunque el modelo de aprendizaje automático empleó 89 variables, solo pudo distinguir a los superagers de los adultos mayores típicos alrededor del 66% del tiempo, lo que significa que hay otros factores –posiblemente de tipo genético– que están vinculados al superenvejecimiento. 

Qué debes hacer si quieres ser un superager

Los resultados de las pruebas sugieren que los superancianos son resistentes a los procesos asociados al envejecimiento que conducen al deterioro de la memoria. En cuanto a su apreciación personal, refirieron que su estilo de vida en la mediana edad era por lo general bastante activo, que disfrutaban de un sueño de calidad y también era más probable que tuvieran formación musical que el resto de la gente de su edad. 

• Controla los factores de riesgo cardiovascular: los niveles de tensión arterial, colesterol y glucosa deben vigilarse para que no se eleven por encima de lo recomendado. 
• Mantente activo: hacer ejercicio físico regularmente favorece los huesos y las articulaciones, ayuda a mantener la masa muscular y evita el sobrepeso. 
• Reta a tu cerebro: las actividades intelectuales, como aprender un idioma, jugar al ajedrez, hacer crucigramas y sudokus, escoger rutas diferentes, o realizar cualquier tarea que suponga un reto para tu cerebro, lo mantienen en forma. 
• Cuida tu alimentación: una dieta equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios es imprescindible para un envejecimiento saludable.  
• Relaciónate con otras personas: además de beneficiar a tu cerebro, las relaciones sociales previenen la soledad y el aislamiento y favorecen el bienestar emocional. 
• Descansa: dormir bien es imprescindible para la recuperación física y mental.