Asocian dormir mucho o poco con más riesgo de deterioro cognitivo
22/10/2021
El descanso nocturno es clave para que el cerebro se recupere y obtenga la energía necesaria para el día siguiente, pero siempre se ha tenido la duda de cuántas horas hay que dormir para conseguirlo. Ahora un estudio realizado por miembros de la Washington University School of Medicine in St. Louis (EE.UU.) ha descubierto que tanto dormir poco, como dormir mucho, puede aumentar el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo en las personas mayores.
Y es que, según los investigadores, aunque la falta de sueño se ha relacionado con la aparición o el empeoramiento del deterioro cognitivo, e incluso con el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer, parece ser que excederse en el tiempo destinado al descanso también puede ser perjudicial para el cerebro. Los resultados del trabajo se han dado a conocer en la revista Brain.
Para comprobar esta hipótesis, se analizó el sueño de 100 participantes de 75 años de media realizando un monitoreo nocturno con electroencefalograma y se recogieron muestras del líquido cefalorraquídeo, que se compararon con la función cognitiva durante un tiempo promedio de cuatro años y medio.
Según el estudio se debe dormir entre 5,5 y 7,5 horas diarias para no incrementar el riesgo de deterioro cognitivo
Los resultados de los electroencefalogramas mostraron que las personas que durmieron menos de cuatro horas y media o más de seis horas y media tenían puntajes cognitivos inferiores a los que lo hicieron entre esos rangos; sin embargo, aclaran que este tipo de pruebas pueden producir estimaciones del tiempo de sueño que son una hora más corta que el autoinformado, por lo que los resultados corresponderían a entre 5,5 y 7,5 horas de sueño autoinformado.
Tratar los problemas de sueño para mejorar la cognición
“Fue particularmente interesante ver que no solo aquellos que dormían poco, sino también aquellos que dormían mucho, tenían más deterioro cognitivo. Sugiere que la calidad del sueño puede ser clave, en contraposición al sueño total. A menudo, los pacientes informan de que no duermen bien, pero es frecuente que una vez que se tratan sus problemas de sueño, puedan tener mejoras en la cognición. Por ello, los médicos que atienden a pacientes con problemas cognitivos deben preguntarles sobre la calidad de su sueño, ya que se trata de un factor potencialmente modificable”, explica David Holtzman, coautor del estudio.
Los hallazgos se mantuvieron también en las medidas de fases específicas del descanso, como es el movimiento ocular rápido (REM) o el sueño no REM, e incluso después de tener en cuenta otros factores que pueden afectar al sueño, como la edad, el sexo, la cognición, los niveles de proteínas asociadas al alzhéimer, o la variante genética APOE4 de la enfermedad de alzhéimer de alto riesgo.
Por tanto, los investigadores recomiendan que se duerma de manera moderada, ni en exceso, ni en defecto. Muchas personas se sienten descansadas con pocas horas, o sienten que requieren dormir más de lo normal; no obstante, este estudio demuestra que se deben cambiar los hábitos para conseguir dormir entre 5,5 y 7,5 horas cada día, ayudando así a prevenir el desarrollo de deterioro cognitivo en la tercera edad.
Actualizado: 5 de mayo de 2023