Asocian la diabetes tipo 2 con mayor gravedad de síntomas depresivos
05/02/2024
Es habitual que los problemas de salud física afecten al bienestar emocional y la salud mental de los pacientes, mientras que los trastornos mentales también pueden contribuir a la aparición de síntomas físicos. Ahora, un nuevo estudio coordinado por científicos del IDIBELL, el Hospital Universitario de Bellvitge y el Centro de Investigación Biomédica en Red CIBEROBN ha encontrado una asociación entre la diabetes tipo 2 y la gravedad de los síntomas depresivos en adultos de edad avanzada con obesidad y síndrome metabólico.
El trabajo se integra en el proyecto PREDIMED-Plus y también sugiere un peor control metabólico a partir de niveles leves de sintomatología depresiva presentados a corto-medio plazo, influido por el índice de masa corporal y los hábitos de vida relacionados con el cuidado de la diabetes, por lo que los investigadores señalan que “se debe garantizar la detección de síntomas depresivos y un enfoque terapéutico integrador multidisciplinario en pacientes con diabetes tipo 2”, en el artículo donde muestran sus resultados que se ha publicado en Journal of Endocrinological Investigation.
“La diabetes tipo 2 y los problemas afectivos son altamente comórbidos, con factores subyacentes compartidos y una influencia mutua en su curso clínico y tratamiento, incluida la adherencia a la dieta y la actividad física o el control de las complicaciones relacionadas con la diabetes” explican Isabel Baenas y Lucía Camacho-Barcia, investigadoras de IDIBELL, el Hospital Universitario de Bellvitge y CIBEROBN que han liderado la investigación.
“Esto conlleva un aumento de la morbimortalidad y una reducción de la calidad de vida de estos individuos, lo cual es especialmente importante para los adultos de mediana y avanzada edad, que constituyen un grupo de vulnerabilidad debido a la frecuente coexistencia de trastornos metabólicos y afectivos” añaden las investigadoras.
Tratamiento multidisciplinar en pacientes con diabetes tipo 2
El estudio ha sido coordinado por el grupo que dirigen la Dra. Susana Jiménez-Murcia y el Dr. Fernando Fernández-Aranda desde el Hospital Universitario de Bellvitge y el IDIBELL y ha incluido a más de 6.000 participantes, a los que se ha analizado para investigar la relación transversal entre la sintomatología depresiva y la presencia de diabetes tipo 2, además de explorar su asociación con el control metabólico a través de la hemoglobina glicosilada, que mide la glucosa en sangre, y otras variables metabólicas.
Los investigadores también han examinado la relación prospectiva entre los síntomas depresivos y los niveles de hemoglobina glicosilada en la sangre, tras un año de seguimiento. “Hemos evaluado la capacidad predictiva de los síntomas depresivos basales sobre la hemoglobina glicosilada al año de seguimiento, y el posible papel mediador de diferentes características como la duración de la diabetes, la actividad física, la adherencia a la dieta mediterránea y el índice de masa corporal” explica el Dr. Fernández-Aranda, también Catedrático de la Universidad de Barcelona y coordinador de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario de Bellvitge.
El estudio se enmarca en el proyecto PREDIMED-Plus, cuya muestra está compuesta por adultos mayores con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico que adoptaron una estrategia multimodal basada en la dieta mediterránea y la restricción calórica, acompañada de la promoción de actividad física de ocio y de apoyo psicosocial.
“La presencia de diabetes tipo 2 aumentaba la probabilidad de mayores niveles de síntomas depresivos y, a su vez, a mayores niveles de síntomas depresivos, la prevalencia de diabetes tipo 2 era mayor”
Los análisis realizados en el estudio mostraron que, a mayor gravedad de los síntomas depresivos basales, mayor era la probabilidad de obtener unos niveles de hemoglobina glicosilada en el seguimiento anual que reflejasen un peor control metabólico, lo que refleja un peor control metabólico. “Observamos que la presencia de diabetes tipo 2 aumentaba la probabilidad de mayores niveles de síntomas depresivos y, a su vez, a mayores niveles de síntomas depresivos, la prevalencia de diabetes tipo 2 era mayor” manifiestan las doctoras Baenas y Camacho-Barcia.
Las investigadoras añaden, además, que “una mayor severidad en los síntomas depresivos al inicio del estudio, así como la duración de la diabetes, predijeron al año de intervención mayores niveles de hemoglobina glicosilada, mayor índice de masa corporal, un menor nivel de gasto energético en la actividad física de ocio y una menor probabilidad de adherencia a la dieta mediterránea”.
Los resultados ponen de manifiesto la necesidad de garantizar el cribado de los síntomas depresivos, así como un enfoque terapéutico integrador y multidisciplinar en los pacientes con diabetes tipo 2, que tenga en cuenta tanto el control metabólico como los síntomas depresivos en esta población, ya que la mejoría sintomática de uno influirá en el otro.
Fuentes: IDIBELL, Hospital Universitario de Bellvitge y CIBEROBN
Actualizado: 5 de febrero de 2024