Casi al 60% de los ancianos les han prescrito fármacos inadecuados

Las personas mayores de 70 años toman al menos un fármaco inadecuado, o les falta uno necesario por prescribir, un problema que aumenta con la edad y que es más común en geriátricos y en consultas a domicilio.
Persona anciana tomando algunos fármacos

La prescripción inadecuada crece con la edad de los pacientes y con el aumento de los fármacos prescritos.

El Grupo de Investigación en Terapéutica en Atención Primaria del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol, en Barcelona, ha llevado a cabo un estudio en el que se analizan los errores en el tratamiento farmacológico, tanto por exceso como por omisión, en las personas mayores de 70 años. Los resultados fueron alarmantes, el 58,1% de los mayores analizados en este trabajo tomaban al menos un medicamento no necesario, o les faltaba uno que no les había sido prescrito

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El estudio, que ha sido llamado STARTREC y publicado en la revista Atención Primaria, ha contado con la participación de 45.408 personas de más de 70 años (79,7 años de media). A todos ellos se les analizó con el criterio STOPP/START, una herramienta utilizada en Europa para detectar los posibles errores en la administración de medicamentos; STOPP equivale a aquellos que el paciente no debería tomar y toma, y START a los que han sido omitidos por los médicos que controlan su salud.

Existe un abuso en la prescripción de antiinflamatorios no esteroideos y protectores gástricos en las personas mayores de 70 años

En la investigación los autores indicaron que la prescripción potencialmente inadecuada (PPI) aumenta con la edad de los pacientes y con el incremento de los fármacos prescritos. Además, parece ser más común en los que están ingresados en centros geriátricos y en aquellos que reciben la visita médica en su domicilio.

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Errores más comunes en la prescripción farmacológica a los mayores

Los errores en el tratamiento más comunes en este rango de edad son el alargamiento en el tiempo de la toma de benzodiazepinas y protectores gástricos y el abuso de antiinflamatorios no esteroideos en casos de hipertensión arterial, o de insuficiencia renal y cardiaca. También la ausencia de bifosfato o vitamina D en pacientes con osteoporosis, y la falta de medidas preventivas primarias en los pacientes con diabetes con posible riesgo cardiovascular.

Desde la Fundación Jordi Gol recuerdan que se considera PPI en aquellos casos en los que exista una probabilidad mayor de efectos adversos que de beneficios clínicos, cuando la dosis o la duración de la toma del fármaco está por encima de lo recomendado, cuando se prescribe más de un medicamento de la misma clase, o cuando los compuestos pueden reaccionar de forma indeseable en presencia de otros. Sin embargo, Inés Cruz Esteve, autora principal del estudio, ha expuesto que los problemas en la PPI son relevantes, complejos, y muy difíciles de abordar.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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