Cómo prevenir las caídas de los mayores en invierno
01/02/2016
Uno de cada tres accidentes que les ocurren a las personas mayores de 65 años se producen fuera de su hogar, y durante los meses de invierno el riesgo de sufrir problemas de este tipo aumenta, debido sobre todo a la climatología, en la que predominan fuertes vientos, lluvias o nieve, y al mal estado del pavimento a consecuencia de la caída de las hojas de los árboles, del agua acumulada, o del hielo, que contribuyen a que los ancianos resbalen y se caigan.
Los accidentes influyen significativamente en la salud de los mayores, ya que son la séptima causa de muerte y la quinta de morbilidad, y las caídas destacan por su frecuencia
Los accidentes influyen significativamente en la salud de los mayores, ya que son la séptima causa de muerte y la quinta de morbilidad; y las caídas destacan por su frecuencia, pues se estima que alrededor del 30% de los mayores de 65 años se han caído alguna vez y, a partir de los 75 años, este porcentaje asciende al 35%.
El proceso de envejecimiento afecta a la marcha –haciendo que el individuo dé pasos más cortos, eleve menos los pies y reduzca la flexión de las rodillas–, a la vista, que suele estar reducida, especialmente de noche o en zonas mal iluminadas, al oído, disminuyendo la audición y produciendo a veces alteración del equilibrio, y a la capacidad muscular y de reacción. Cualquiera de estos trastornos supone un factor de riesgo para sufrir una caída.
Cómo prevenir caídas en invierno
La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid ha ofrecido una serie de consejos para que los mayores puedan prevenir las caídas durante el invierno:
- Revisar periódicamente la vista y el oído acudiendo a las consultas del oftalmólogo y el otorrinolaringólogo.
- No automedicarse, y consultar al médico sobre los posibles efectos de fármacos que se tomen habitualmente porque algunos pueden provocar bajadas de tensión o mareos, o afectar al equilibrio o la marcha.
- Evitar el sobrepeso o la obesidad, que pueden restar agilidad y dificultar los movimientos, y llevar una dieta equilibrada para no sufrir desnutrición, algo también común en el caso de las personas mayores.
- Realizar ejercicio regularmente adaptado a sus condiciones físicas y de intensidad moderada como caminar, nadar, bailar, yoga, pilates, taichi…
- Utilizar calzado y ropa cómodos y adecuados a la climatología y al estado del pavimento.
- Evitar zonas mal iluminadas, en obras, con baches o desniveles, y siempre que sea posible elegir itinerarios conocidos.
- No caminar con prisas ni llevar cargas excesivas, y dejar siempre una mano libre para sujetarse o protegerse en lo posible si se sufre una caída.
- Procurar salir siempre acompañado, y permanecer en casa si las condiciones climatológicas son adversas.
- Estar muy atento al tráfico, mirar bien a ambos lados antes de cruzar, y respetar los semáforos.
- Llevar una tarjeta identificativa que indique a quién avisar en caso de accidente, o si se padece alguna enfermedad o alergia.
- Al utilizar transporte público buscar un asiento o un apoyo, y sujetarse bien a una barra de seguridad.
- Llevar puestas las gafas o el audífono, así como un bastón, en caso de que necesite alguno de estos elementos.
Actualizado: 12 de enero de 2021