Descubren una nueva posible causa de la enfermedad de Alzheimer

Para realizar el diagnóstico de alzhéimer de forma definitiva los médicos se basan en la aparición en el cerebro de placas de beta amiloide –una acumulación de dicha proteína– y ovillos neurofibrilares –que están principalmente compuestos por proteína tau, junto a la manifestación de síntomas de demencia, y por ello se considera que las placas son la principal causa del alzhéimer. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que el deterioro de la autofagia o capacidad de las células para limpiarse a sí mismas es una nueva probable causa de esta enfermedad neurodegenerativa.

La investigación, cuyos resultados se han publicado en Journal of Proteome Research, ha sido realizada por científicos de la Universidad de California Riverside (UC Riverside), que se centraron en examinar minuciosamente la proteína tau para conocer mejor el mecanismo por el que se desarrollaban las placas y los ovillos. “Aproximadamente el 20% de las personas tienen las placas, pero no hay signos de demencia”, ha señalado Ryan Julian, profesor de química de la UCR, que añade que “esto hace que parezca que las placas en sí mismas no son la causa”.

El estudio se centró en las diversas formas que puede adoptar una sola molécula, denominada isómeros. “Un isómero es la misma molécula con una orientación tridimensional diferente a la original”, explicó Julian. “Un ejemplo común serían las manos. Las manos son isómeros entre sí, imágenes especulares pero no copias exactas. Los isómeros pueden ser realmente diestros”. Según el experto, los aminoácidos que componen las proteínas pueden ser isómeros diestros o zurdos y, por lo general, todos los aminoácidos de las proteínas de los seres vivos son zurdos.

Inducir la autofagia celular para prevenir el alzhéimer

Los investigadores encontraron una diferencia clave, aunque difícil de detectar, en la forma de tau, que les permitió distinguir a los individuos que mostraban signos externos de demencia de los que no los manifestaban. Escanearon todas las proteínas en muestras de cerebro donadas y comprobaron que aquellos con acumulación en el cerebro, pero que no habían mostrado signos de demencia, tenían tau normal, mientras que la forma de tau era de manos diferentes en aquellos que desarrollaron placas u ovillos, junto a demencia.

“Aproximadamente el 20% de las personas tienen las placas, pero no hay signos de demencia”, y “esto hace que parezca que las placas en sí mismas no son la causa del alzhéimer”

La mayoría de las proteínas del organismo tienen una vida media de menos de 48 horas, pero si la proteína se mantiene demasiado tiempo, ciertos aminoácidos pueden transformarse en el isómero de otra mano. Julian lo explica con un ejemplo: “Si intentas ponerte un guante diestro en la mano izquierda, no funciona muy bien. Es un problema similar en biología; las moléculas no funcionan como se supone que deben hacerlo después de un tiempo porque un guante para zurdos en realidad puede convertirse en un guante para diestros que no encaja”.

El envejecimiento influye en el proceso de eliminación de proteínas desgastadas o defectuosas de las células –lo que se conoce como autofagia–, que se enlentece en las personas mayores de 65 años. Las razones de esto se desconocen, pero en la actualidad ya se están realizando pruebas con medicamentos que mejoren la autofagia, algunos de los cuales ya están aprobados para tratar enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Es posible inducir la autofagia con el ejercicio físico y con el ayuno, ya que cuando la dieta de una persona no proporciona suficientes proteínas a las células, estas compensan la carencia reciclando las proteínas que ya están presentes en las células. Con estas estrategias y el tratamiento con determinados fármacos se podría ayudar a prevenir el alzhéimer. En opinión de Julian: “Si una desaceleración en la autofagia es la causa subyacente, las cosas que la aumentan deberían tener el efecto contrario beneficioso”.