Dormir mucho puede duplicar el riesgo de alzhéimer en los mayores

Las personas mayores que duermen más de nueve horas al día tienen menor volumen cerebral y el doble de probabilidades de desarrollar alzhéimer, un riesgo que aumenta si su nivel educativo también es bajo.
Mujer mayor durmiendo en la cama

Dormir más de nueve horas al día puede aumertar el riesgo de alzhéimer.

Los adultos mayores que duermen más de nueve horas al día pueden tener hasta dos veces más riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un plazo de diez años, tal y como ha revelado una investigación en la que han participado 2.457 personas con una media de edad de 72 años. Además, según los resultados obtenidos, las probabilidades de que sufrieran este tipo de demencia llegaban a sextuplicarse si al exceso de sueño se añadía un bajo nivel educativo.

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Los participantes en el estudio respondieron cuestionarios acerca de sus hábitos de sueño, y detallaron el número de horas que dormían cada día, y los investigadores siguieron a estas personas durante diez años para detectar los casos de demencia, y en especial de alzhéimer, con el objetivo de elaborar un análisis estadístico que les permitiera establecer una asociación entre la duración diaria del sueño y el desarrollo de alzhéimer.

El cribado de los trastornos del sueño podría contribuir al diagnóstico precoz del deterioro cognitivo y la demencia

Los autores del trabajo comprobaron que el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa se incrementaba significativamente cuando el individuo dedicaba más de nueve horas diarias a dormir. Sudha Seshadri, directora de la investigación, ha explicado que las personas que además de dormir este periodo de tiempo no habían cursado bachillerato, tuvieron hasta seis veces más riesgo de desarrollar demencia durante el plazo de diez años, que las que dormían menos.

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En opinión de estos expertos no es que dormir en exceso provoque cambios a nivel cerebral que favorezcan el desarrollo de demencia, sino que es el exceso de sueño lo que podría constituir un síntoma de que en el cerebro ya se están produciendo las condiciones que desencadenarán la demencia en unos años. Por ello, sugieren que el cribado de los trastornos del sueño podría contribuir al diagnóstico precoz del deterioro cognitivo y la demencia.

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Actualizado: 6 de octubre de 2017

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